BARCELONA 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
Más de 10 kilómetros de vehículos, sobre todo coches, pasaron la noche del lunes en la carretera N-II en Girona tras la nevada que cayó durante ese día, aunque la mayoría de viajeros abandonaron los turismos ante la imposibilidad de circular.
En declaraciones a Europa Press, el comisario jefe de la División de Tráfico de los Mossos d'Esquadra, Miquel Esquius, relató que "mucha gente se fue y dejó el coche", y es "anecdótico" quien se quedó toda la noche. Los camioneros sí se quedaron porque tienen mejor acondicionados sus vehículos.
"No podemos negar que haya habido personas que haya pasado la noche en vehículos", admitió Esquius, que subrayó que los Mossos no puede "sellar las carreteras", sólo pueden orientar a los conductores sobre las rutas apropiadas y organizar los aparcamientos.
Explicó que tras el cierre de la autopista AP-7, algunos camiones tomaron la red secundaria, acabaron cruzados en la vía, dificultando las asistencias y el paso de las máquinas quitanieves. "Esto es lo que se tardó toda esa noche en hacer", remachó.
APARCAR CAMIONES
Cuando hay una nevada, lo primero que se hace es "aparcar camiones" porque se sabe que "tras una incidencia con un camión es muy difícil resituarlo y abrir la vía", lo que dificulta después despejarlas. "Con los primeros copos de nieve, nosotros empezamos a aparcar camiones, y esto es sintomático", añadió Esquius.
Señaló que a medida que las áreas de servicio cercanas a la frontera fueron quedando llenas, de forma "radial" pidieron a los efectivos policiales que los aparcaran y que no los dejaran llegar a la zona de nieve. Las plataformas de Vilamalla y Girona, que concentran unos 3.000 camiones, se llenaron, por lo que tuvieron que ir parándolos cada vez más lejos, explicó.
El domingo los camiones estaban concentrados en la frontera de La Jonquera por las restricciones habituales de tráfico, y cuando vieron que empezaba a nevar, "ya no se les dejó arrancar porque había nieve", aunque el resto de vehículos circulaba.
Al día siguiente, ya no permitieron avanzar a los camiones "entendiendo que había nieve en Girona y la frontera cortada", explicó Esquius, que añadió que activaron aparcamientos en el Circuit de Catalunya, polígono de Ca n'Amat y El Vendrell, entre otros, y finalmente tuvieron que pedir que pararan a los camiones ya en Castellón y Huesca.
Cuando empezaron a permitir circular por la autopista AP-7 hacia la frontera, y empezaron a vaciar las dos plataformas cercanas, la intensidad de tráfico que permitía la frontera francesa fue "mucho menor" de lo que calcularon.