Montilla ve "inexcusable" renovar el TC y así lo pedirá a Zapatero y Rajoy

Actualizado: viernes, 16 abril 2010 22:00

BARCELONA, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Generalitat, José Montilla, vio hoy "inexcusable" la renovación del Tribunal Constitucional (TC), y avanzó que así se lo pedirá al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al líder del PP, Mariano Rajoy.

En una declaración institucional que pronunció desde el Palau de la Generalitat, sostuvo que hay que proceder a la "renovación inmediata" del alto tribunal, ya que no ha sido capaz de dictar sentencia sobre los recursos de inconstitucionalidad que se presentaron sobre el Estatut, casi cuatro años después de haberse presentado.

"El proceso de discusión de la sentencia no es normal y es visto con recelo, y es comprensible el sentimiento de fatiga e incertidumbre" que provoca, aseguró Montilla, quien indicó que sólo con la renovación se puede combatir el actual desgaste que sufre el TC.

"Quizás ha llegado el momento de decir que ni Catalunya ni España deben soportar una nueva fase de desgaste y descrédito" del alto tribunal, aseguró Montilla, quien indicó que el TC es una de las instituciones más relevantes del sistema político español.

"Una vez más el tribunal ha sido incapaz" de dictar sentencia, aseguró Montilla, quien apreció que ello no es la primera vez que ocurre, por lo que dijo que si se lleva tanto tiempo sin poder demostrar que el Estatut es inconstitucional, quizás ha llegado el momento de afirmar que en ningún caso, la norma catalana contradice a la Ley Fundamental.

"Ha llegado el momento de abrir una nueva etapa. La renovación del TC es hoy inexcusable", agregó Montilla, quien recordó que el Estatut lleva 1.346 días en vigor --desde el 9 de agosto de 2006-- y que durante este tiempo, España no se ha roto, como aseguró el PP cuando interpuso su recurso de inconstitucionalidad.

Volvió a definir la ley catalana como un pacto político entre Catalunya y el conjunto de España y aseguró que el Govern ha manifestado en todo momento su respeto al alto tribunal, pero también su derecho a "discrepar" y a mantener su convicción de que el Estatut es 100% constitucional.