Multa de 90 euros para un 'graffitero' por estampar la firma "pelele" en los alrededores de la Sagrada Familia

Actualizado: sábado, 26 mayo 2007 14:38

BARCELONA, 26 May. (EUROPA PRESS) -

Una juez de Barcelona ha impuesto una multa de 90 euros a un 'graffitero' por estampar la firma "pelele" en la parada de Metro de la Sagrada Familia y en un respiradero situado en los alrededores del templo de Gaudí. El joven, además, debe indemnizar con 153 euros a Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) por los "evidentes" perjuicios que las pintadas causaron a la empresa.

La titular del Juzgado Penal número 6 de Barcelona condena al 'graffitero' Josep Maria C.L., de 30 años, por una falta de daños cometida sobre la una de la madrugada del 6 de mayo de 2005, cuando el acusado dejó su sello personal en el suelo de las escaleras de acceso a la parada de Metro Sagrada Familia, situada en el cruce de la calles Sardenya y Provença, y en un respiradero de la zona.

Según relata la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el 'graffitero' fue detenido por unos agentes de paisano de la Guardia Urbana mientras estaba agachado "justamente" delante del respiradero, en la plaza Sagrada Familia. El joven llevaba una mochila con un total de 22 'sprays', rotuladores y botes de tinta, lo que él justificó explicando que se dirigía a pintar "una pared en casa de un amigo".

Sin embargo, los urbanos que le detuvieron declararon durante el juicio que observaron "claramente" cómo Josep Maria C.L. hacía un 'graffiti' en el respiradero con la misma pintura que llevaba encima en el momento del arresto. Los agentes decidieron inspeccionar la zona y "a unos 15 metros" encontraron la firma "pelele" en las escaleras de acceso al Metro, que todavía estaba "fresca" y era "del mismo color y los mismos trazos" que la pintada del respiradero.

La defensa alegó durante el juicio que los agentes no son expertos en 'graffitis' y que no vieron al acusado estampar su firma en el Metro, pero recuerda la sentencia que, "si bien ello puede ser cierto, también lo es, y es de conocimiento público, que las personas que se dedican a realizar este tipo de pinturas tienen un sello personal y que dicho sello o firma identificativa no se copia entre los diversos autores".

"Aún no siendo los agentes expertos en el mundo del 'graffiti', si el sentido común indica que si ven y sorprenden claramente al acusado pintando un respiradero en el que hace constar la firma 'pelele' y luego, a escasos 15 metros del lugar y todavía fresca, hay otra firma igual, es que es del mismo autor", añade la sentencia.

LE ABSUELVEN DE UNA TERCERA PINTADA.

Para la juez tampoco es significativo que los policías no vieran restos de pintura ni en las manos ni en la ropa de Josep Maria C.L. y señala al respecto que "ello en modo alguno significa que el acusado no sea el autor" de los 'graffitis', ya que "precisamente el tipo de material empleado para realizar las mismas, rotuladores y 'sprays', unido al grado de destreza que pueda tener el mismo hacen posible que, pese a realizar dichas pintadas, no se manche".

Uno de los agentes que detuvo a Josep Maria C.L., por otra parte, aseguró también que su compañero descubrió un tercer 'graffiti' de similares características en la fachada de un edificio de la calle Provença de Barcelona, aunque este extremo no quedó probado porque el guardia urbano que debía testificar por el hallazgo no fue interrogado al respecto y, ante la falta de prueba, "no puede entenderse" que el acusado sea responsable de la pintada.

La Fiscalía solicitó inicialmente dos años de cárcel para Josep Maria C.L. por un delito de daños, aunque en el trámite de conclusiones modificó su petición y reclamó que el 'graffitero' fuese condenado al pago de 540 euros de multa al considerar que los hechos sólo son constitutivos de una falta. La defensa del joven, por su parte, pidió su absolución.

Finalmente, la titular del Juzgado Penal número 6 de Barcelona, ha decidido condenar a Josep Maria C.L. a una pena de 15 días de multa con una cuota diaria de 6 euros, lo que suma un total de 90 euros, y obliga al 'graffitero' a indemnizar con 153,95 euros a TMB por los "evidentes" desperfectos en la escaleras de acceso a la parada de Metro de la Sagrada Familia.