Niega maltratar a su mujer y asegura que tenían dinero pero iban a beneficencia "para ahorrar"
BARCELONA, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
El padre de los dos niños asesinados por su madre en el barrio del Carmel de Barcelona ha explicado este lunes en el juicio que cuando acudió al piso el día del crimen su mujer le dijo: "No te preocupes, están durmiendo, tranquilo", pero en realidad estaban muertos en la cama.
En su declaración como testigo en la Audiencia de Barcelona, Luis F. ha relatado que ese 7 de abril de 2013 la acusada le llamó y que, al notarla como bebida o drogada --se había tomado los mismos sedantes que suministró a los niños--, decidió acudir al piso familiar en el número 1 de la plaza Pastrana.
Pese a que ella le dijo que los niños estaban bien cuando le abrió la puerta, no la creyó y les encontró en la habitación matrimonial acostados, ya fallecidos, sacando espuma por la boca y mojados, aunque le costó reconocerlos.
Ha negado haber violado a su mujer y haberla maltratado, pese a que ella le había denunciado tres veces el 5 diciembre de 2012, el 25 enero de 2013 y el 12 marzo, y solamente ha admitido que se discutían por motivos económicos, a veces delante de los niños.
Ha explicado que Rina M. en una ocasión le amenazó con que no iba a volver a ver a sus hijos: "Me dijo que se iban a tirar a las vías del tren y que no los vería más. No me preocupé porque no lo creí, ella quería muchísimo a mis hijos".
Ha relatado que se quería separar de su mujer porque antes ella había sido pareja de su hermano y no lo podía tolerar, y ha admitido que inició una relación sentimental con otra mujer en enero de 2013, a la que le ocultó que tenía mujer e hijos.
Respecto a la relación como padre con sus hijos, ha asegurado: "Los quería mucho y ellos se pegaban a mí", aunque la acusada --que ha escuchado la declaración de su marido escondida tras un biombo-- ha dado una versión completamente distinta, asegurando que se desentendía de ellos y que no los cuidaba ni les daba ninguna pensión.
SIN PROBLEMAS ECONÓMICOS
Ha contradicho la versión de la acusada de que estaban en una situación económica muy precaria: "Problemas económicos no teníamos. Yo trabajaba, le daba a ella el dinero y ella lo administraba".
Sin embargo, ha reconocido que, al separarse, a partir de diciembre, dejó de darle dinero pero que tenían 13.000 euros en efectivo ahorrado en casa: "Ella tenía ese dinero y yo le decía que gastara de allí".
Respecto a la orden de desahucio del piso, ha detallado que, por iniciativa de Rina M., dejaron de pagar el alquiler para que les dieran una carta de desahucio y con ella solicitar un piso de protección social.
Al preguntársele si sabía que su esposa tenía que acudir a la beneficencia y a los servicios sociales para pagar los recibos de luz y agua, el comedor de los niños y tener alimentos, Luis F. ha explicado que tenían dinero pero que ella solo pedía ayuda para "ahorrar".
