REUS (TARRAGONA), 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Salvamento Marítimo ha instalado su primera base aérea en Catalunya en el aeropuerto de Reus (Tarragona), desde el que actuará un nuevo helicóptero comprado por el Gobierno, un Helimer 201, para vigilar el Mediterráneo. También ha adquirido un avión, el 'Isabel de Villena', con base en el aeropuerto de Manises (Valencia).
Ambos aparatos han sido adquiridos por Salvamento Marítimo dentro del Plan Nacional que contempla la modernización de los aparatos dedicados a estas tareas.
La inversión realizada en la compra del helicóptero ha sido de 15 millones de euros. El Helimer 201, modelo Agusta Westland AW139, es un helicóptero mediano, biturbina para actuar en el entorno marino, con una espaciosa cabina con capacidad por transportar 15 pasajeros sentados.
Con su rotor de cinco palas, tiene una velocidad de crucero de 306 kilómetros por hora, lo que le permite llegar rápidamente a la zona donde se ha producido el siniestro. Está preparado para vuelos en casi cualquier situación, incluyendo vuelos nocturnos y en condiciones meteorológicas adversas.
Además de los sistemas habituales en este tipo de aeronaves, tiene un radar de exploración para detección de objetos a distancias medianas y el sistema FLIR que permite la obtención de imágenes térmicas y facilita la localización de personas y objetos mediante infrarrojos.
El subdelegado del Gobierno en Tarragona, Joan Maria Abelló, remarcó hoy el hecho de que la base se sitúe en Reus y lo consideró una "potenciación" de la provincia de Tarragona como base importante de Salvamento Marítimo, que se verá consolidada próximamente con la construcción de un hangar en el aeropuerto.
AVIÓN
El avión con base en Valencia es un CN-235-300, de nueva construcción, que tiene como objetivo cumplir con las misiones de búsqueda, rescate, salvamento marítimo y lucha contra la contaminación.
Está equipado con la más adelantada tecnología y tiene un tiempo de permanencia en el aire superior a las nueve horas, por lo que puede intervenir en operaciones a 3.706 kilómetros y un radio de acción de 1.853 kilómetros, con una velocidad de 437 kilómetros por hora.
Sus equipos son los más modernos del momento, tanto para las tareas de salvamento como para la lucha contra la contaminación. Además de los tres tripulantes que pilotan el avión, dos técnicos especializados se encargan de manipular los modernos equipos de localización y búsqueda, los sistemas integrados de vigilancia y las consolas de trabajo.
La mayoría de los países del entorno europeo utilizan esta plataforma de avión como medio más idóneo para operaciones de búsqueda y rescate de personas en el mar, en las que el avión se encarga de localizar y fijar el objetivo, guiando posteriormente al helicóptero, obteniéndose el máximo aprovechamiento de las prestaciones y autonomía de este último.
En total, ya operan en España tres CN-235-300 y se prevé la dotación de una cuarta unidad a través del Plan Nacional de Salvamento 2006-2009. Estos aviones están equipados con el FITS (Sistema Táctico Totalmente Integrado), que es el más moderno y capaz actualmente en servicio en todo el mundo.
Además, cuenta, entre otros elementos, con lanzador de marcadores, balsas y equipos de salvamento; sistema de detección por infrarrojos para facilitar la localización nocturna de náufragos, radar de búsqueda de largo alcance de entre 40 y 200 millas y sistema de identificación de barcos (AIS).
LOCALIZACIÓN DE MANCHAS CONTAMINANTES.
Sus sistemas de detección y seguimiento de manchas de contaminación son los medios más innovadores de sus equipamientos, puesto que hasta ahora España no contaba con ellos.
Los equipos de última generación permiten la detección de vertidos ilegales, tanto de día como por la noche, monitorean, calculan el grueso del vertido, lo cuantifican y transmiten esta información. También aportan gran alcance en las operaciones de búsqueda y salvamento en el mar, cuando el uso de helicópteros no es suficiente dada su menor autonomía.
