Carme Portaceli retrata en el Lliure los anhelos y fracasos de un barrio bajo

Escena de 'Krum', con Pere Arquillué como protagonista
Foto: ROS RIBAS / TEATRE LLIURE
Actualizado: viernes, 7 noviembre 2014 14:34
av2" class="NormalTextoNoticia" itemprop="articleBody">

BARCELONA, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Teatre Lliure de Gràcia acogerá 'Krum', del dramaturgo y poeta israelí Hanoch Levin, un retrato de la condición humana situado en un barrio bajo.

   La obra, dirigida por Carmen Portaceli, podrá verse entre el 13 de noviembre y el 7 de diciembre.

   El actor Pere Arquillué da vida a 'Krum' (que en hebreo significa 'crosta'), el protagonista de esta obra coral que ya se estrenó en el Festival Grec 2014: es el primer montaje grande de este autor que se estrena en el estado, con la excepción de algún fragmento de Levin que se representó en Madrid, ha explicado el equipo en rueda de prensa este viernes.

   El equipo ha querido reivindicar la figura de Levin como un autor que "vale la pena descubrir", ya que está considerado como el dramaturgo israelí más importante, siendo 'Krum' su opera magna, todo un clásico contemporáneo, según ha destacado el director del Teatre Lliure, Lluís Pasqual.

UN BARRIO BAJO CUALQUIERA

   'Krum' retrata la vida en un barrio bajo de Tel Aviv, pero la directora ha señalado que podría tratarse de cualquier ciudad del mundo occidental, y en especial una del Mediterráneo, pues su población comparte con los personajes de la obra muchos aspectos de su carácter, ha especificado Portaceli, como por ejemplo la relación del protagonista con su madre --el estereotipo de la madre sobreprotectora judía--.

   El protagonista vuelve a su barrio natal tras un viaje, afirmando que "no ha hecho nada", y se encuentra un entorno donde tampoco ha cambiado nada: los últimos anhelos que le quedan son escribir una novela y que una mujer rica y guapa lo saque de ahí.

   'Krum' es un retrato de una pequeña sociedad, de los deseos y los fracasos de once personajes que "sueñan bajo, a ras de suelo" --según la directora--, y viven dentro de sus capacidades limitadas; una obra que Levin definía como "una historia con dos bodas y dos entierros".

UN ESCENARIO MÁS CERCANO

   El equipo ha adaptado el montaje al escenario más pequeño y cercano del Lliure de Gràcia, que permite "más interacción con la primera fila" que la sala del Mercat de les Flors donde estrenaron, y cuentan con dos actores nuevos, Jordi Brunet y Mónica López, que sustituyen a Ferran Carvajal y Rosa Boladeras.

   La puesta en escena de los actores se inspira en el código interpretativo que el equipo pudo observar en un viaje a Tel Aviv --donde asistieron a un ciclo dedicado a Levin--, en el que los personajes "vomitan lo que piensan", como en un Shakespeare moderno, ha descrito el actor Albert Pérez.

   A pesar de tener el nombre del protagonista, se trata de una obra muy coral, estructurada en un seguido de escenas que pueden parecer, en algunos momentos, "un flashback, un flashforward o la imaginación", con un mensaje positivo a pesar de la negatividad de la trama --un tono positivo que tiene la versión hebrea y que la traductora Roser Lluch y el director Sergi Belbel han querido mantener al adaptarla al catalán.

   "Levin puede parecer 'naïf' o rallando el absurdo, pero crea un contraste muy potente: mezcla un humor de farsa con el golpe de puño que supone el ambiente en el que viven los personajes", ha relatado Aqruillué.