La UAB crea una planta piloto para simular la autosuficiencia de tripulaciones espaciales

Europa Press Catalunya
Actualizado: jueves, 4 junio 2009 14:41

CERDANYOLA DEL VALLÈS (BARCELONA), 4 (EUROPA PRESS)

La Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) inauguró hoy una planta piloto pionera en Europa que utiliza un ecosistema terrestre artificial para convertir los desechos en oxígeno y alimentos, permitiendo la autonomía de las tripulaciones espaciales que deben permanecer largo tiempo fuera.

Los laboratorios se enmarcan dentro del proyecto Melissa de la Agencia Europea del Espacio que pretende poner a prueba la viabilidad de vuelos espaciales de larga duración, creando sistemas de autosuficiencia de los tripulantes que satisfacen sus necesidades metabólicas como el alimento, el oxígeno y el agua a través de residuos orgánicos, dióxido de carbono y minerales, y evitando así el transporte en el viaje de toneladas de alimentos y otros elementos necesarios para la vida.

Para ello, la nueva planta cuenta con 40 ratas de laboratorio que simulan el consumo de oxigeno de una persona y que mediante reactores se alimentan y respiran gracias a los desechos y a la degradación molecular que permite recuperar el oxígeno y producir alimentos vegetales.

Uno de los responsables del proyecto, Enrique Peiro, explicó que el objetivo es poder experimentar a pequeña escala para en un futuro crear una instalación más grande con una persona confinada y reproducir el ciclo completo de reciclado de los desechos para generar alimentos, agua y oxígeno.

La planta de Cerdanyola del Vallès fue inaugurada hoy por el director de la Agencia Europea del Espacio, Jean-Jacques Dordain, y por la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, quien destacó que "es un proyecto extraordinario" que pone de manifiesto que el sector espacial es un ámbito estratégico de Europa, del cual España forma parte como uno de los cinco países con más presencia.

El proyecto Melissa, que se alargará en el centro de Cerdanyola durante dos años en esta primera fase, cuenta con más de 30 grupos de estudio de diversos países europeos, aunque la planta de la UAB es única en el continente.

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