Patricia Pozo-Rosich, Albert Salazar, Jaume Giró y Eva Farré - EUROPA PRESS
BARCELONA, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha impulsado un espacio pionero para estudiar el cerebro de pacientes con migraña por el que pasarán 8.000 personas al año, el Migraine Adaptative Brain Center, que ha contado con una aportación de 660.000 euros de La Caixa para los equipamientos.
En rueda de prensa este jueves, la neuróloga responsable del centro, Patricia Pozo-Rosich, ha explicado que la migraña es una enfermedad genética hereditaria que se manifiesta en ataques de dolor y otros síntomas --como hipersensibilidad a la luz, el ruido y el movimiento, náuseas y alteración de la cognición--, que duran entre cuatro y 72 horas y son "absolutamente incapacitantes".
En este centro, la migraña ayudará a encontrar mejoras para el cerebro del conjunto de la población, e incluye tres laboratorios en los que estudiará las redes cognitivas adaptativas y sensoriales en el cerebro, desde una rama preclínica hasta una más clínica y educativa, con un abordaje interdisciplinar que verá el impacto de la migraña en la salud cerebral tomando al paciente como un "microexperto" al que se responsabilizará.
También incluye un centro de día con capacidad para cinco pacientes simultáneamente, donde se tratarán enfermos que necesitan cuidados especializados, tanto procedentes de la zona de atención primaria que tiene como referencia el Vall d'Hebron --de medio millón de personas--, como de otras partes de Catalunya y de las mismas Urgencias.
El cerebro capta estímulos externos con el objetivo de la supervivencia: si bien responderá al oír a alguien gritando 'fuego', tratará de ignorar un ruido molesto de los vecinos, pero el cerebro con migraña tiene afectada esta capacidad adaptativa y no logra minimizar este ruido.
En Catalunya hay 900.000 personas afectadas de migraña, y en el Estado tiene una prevalencia del 12% de la población, que asciende al 18% en mujeres, frente al 8% en hombres, y ronda el 6% en la población infantil; puede debutar en la infancia, aunque es más frecuente alrededor de los 20 años, desde la adolescencia.
La paciente Eva Farré, que empezó a tener migrañas en la adolescencia y desde hace unos años vio aumentar su frecuencia e intensidad, ha explicado que, al llegar a la consulta de Pozo-Rosich, ésta le ayudó a comprender que las migrañas son una enfermedad, y asumir que debería hacer cambios en su vida.
Ha relatado las mejoras que ha visto tras vivir más tranquilamente y "de forma ordenada", respetando los horarios de descanso y controlando la intensidad de algunas actividades, y ha añadido que anteriormente había probado terapias alternativas pero todas fueron infructuosas.
La neuróloga ha relatado que, al llegar los pacientes, los instruyen para entender mejor cómo funciona el cerebro con esta enfermedad, y a "modular la actividad para no tener tanta migraña", por ejemplo llevando rutinas de sueño y descanso, minimizando los cambios para tener una mayor aceptación a los cambios externos que no puede controlar, hacer ejercicio físico y una dieta saludable.
LOGRAR PREDECIR EPISODIOS
La investigación que harán tiene objetivos a corto y medio plazo, y por ejemplo buscan "identificar la migraña de forma no solo clínica", así como predecir ataques para poder modularos y controlar su aparición, con el reto de lograr evitar que se llegue a estados graves, ha dicho Pozo-Rosich.
Ha observado que hasta ahora no se ha investigado suficiente, sobre todo porque la medicina se centró en un inicio en la supervivencia, estudiando las infecciones; después abordó alargar la esperanza de vida, centrándose en el corazón, y ahora tratará de mejorar la calidad de vida a través del cerebro.
MÁS PREVALENCIA EN MUJERES
El director general de la Fundación Bancaria La Caixa, Jaume Giró, ha puesto el ejemplo del filósofo alemán Friedrich Nietzsche, que sufría migrañas y, en una carta dirigida a su médico, relató la "carga terrible" que le suponía este dolor, que le dificultaba el pensamiento y la escritura, así como la vida cotidiana.
Giró ha subrayado que la entidad quiere colaborar en mejorar la vida de las personas que sufren esta dolencia, con un dolor y unos síntomas "incapacitantes" que dificultan el bienestar, y ha señalado que hay más personas con migraña que los afectados por diabetes, asma y epilesia juntos, mientras que es tres veces más prevalente en mujeres, a lo que ha vinculado también falta de investigación en este ámbito.
También ha destacado los costes personales y sociales de la migraña, ya que afectan a las oportunidades laborales de las personas, además de tener un impacto en el sistema de salud, para el que representan 8.660 millones de euros al año --uniendo la migraña crónica y la episódica-- según cifras del Vall d'Hebron.
El gerente del hospital, Albert Salazar, ha destacado que se trata de una investigación clínica con una repercusión asistencial muy importante, y ha destacado la oportunidad que ofrece de poner en valor áreas de excelencia del hospital como la de la cefalea, que no es tan conocida como la del cáncer y la de los trasplantes, pero tiene el mismo talento.