BARCELONA, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
El autor mexicano Juan Pablo Villalobos navega en la historia reciente de México y el legado social del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en su última novela 'Si viviéramos en un lugar normal' (Anagrama), la segunda entrega de la trilogía 'Tríptico de los dedos', que llega después de 'Fiesta en la madriguera', su debut narrativo.
En rueda de prensa en Barcelona, Villalobos ha explicado que esta trilogía trata de desterrar, desde el humor, el tópico que sitúa a México como un país maravilloso y surrealista para afirmar que el país está "terriblemente mal".
En su novela, Villalobos parte de la base de que los 70 años de gobierno del PRI han creado una cultura "basada en la corrupción y en la desigualdad", actualmente muy arraigada en la sociedad mexicana.
Si la primera entrega ,'Fiesta en la madriguera', estaba narrada desde la infancia, esta segunda lo hace desde la adolescencia --pero explicada desde la edad adulta--, mientras que la tercera lo hará desde la vejez, ha avanzado.
Lo que une a estas tres obras es una misma perspectiva "crítica, humorística y cruel", y la vocación de Villalobos de vetar que la sociedad tolere lo intolerable gracias al lenguaje de la manipulación de los políticos, ha dicho.
"En mi novela hay ambigüedad en la mirada sobre México. Parto de una mirada que ha asimilado que es un país mágico que nos hace justificar lo terrible: puede parecer surrealista que haya cabezas por las calles", ha dicho.
No obstante, Villalobos no trata de explicar el narcotráfico, sino crear confusión y de su mano llegar a mover conciencias, todo ello a partir del humor, que para él es una forma de aproximarse a la realidad y también es una arma contra el poder.
DESDE LA INTIMIDAD DE UNA FAMILIA
El autor ha concretado que esta novela es política porque explora desde la intimidad de una familia la educación política que han recibido los mexicanos nacidos entre los años 60 y 70, quienes han vivido "decepciones catastróficas" por la marcha del país.
Villalobos consigue trashumar esta crítica a través de personajes clichés de una misma familia que, en los años ochenta, vive en Lagos de Moreno, y su formación política sale del televisor viendo "noticias catastróficas", como las hiperinflaciones económicas.
"La reacción visceral e irracional de las generaciones de padres era despotricar delante del televisor ante el político de turno", explica Villalobos, quien pone en boca de sus personajes incesantes insultos como arma de reacción política.
Rescrita siete veces durante tres años, en esta novela aparece el expresidente mexicano Carlos Salinas de forma oculta, y sólo lo hace en un párrafo "insultado de 20 formas distintas".
Para éste, trabajar con los insultos es una "vía contestataria contra el poder" y crea una conciencia de resistencia y protesta contra gobiernos que no responden a los intereses de la gente, ha defendido.
Respecto al futuro del país, el autor ha pronosticado que la vuelta del PRI con Enrique Peña Nieto, que tomará formalmente posesión en dos semanas, irá "a peor".
