BARCELONA, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un juez sustituto del Juzgado de lo Penal número 8 de Barcelona ha dejado este miércoles vistos para sentencia los tres primeros juicios por los disturbios ocurridos durante la huelga general del 29 de septiembre.
En el primero de ellos, que ha comenzado con casi dos horas de retraso porque el juez titular estaba enfermo, ha sido juzgada a una joven portuguesa, Sandra María P., para la que fiscalía pedía un año y nueve meses de cárcel por un delito de atentado a agentes de la autoridad y un delito de desordenes públicos.
Según la fiscal, la joven lanzó a una agente de los Mossos d'Esquadra una bolsa de basura y una piedra, formando parte de un grupo de 500 personas que trataba de sobrepasar el cordón policial desplegado en la Ronda Sant Antoni a la entrada de la Plaza Universidad a las 13.00 horas.
La joven ha asegurado que tras ver el trato que la policía daba a un señor mayor se acercó a la agente para recordarle que era "una mujer y que, por tanto, no debía utilizar la violencia porque sabía lo que es el sufrimiento", motivo por el cual la detuvieron.
En el segundo proceso ha testificado como acusado un sindicalista de la CNT sobre el que pendían los mismo delitos y para el que pedían tres años de cárcel por golpear a tres Mossos d'Esquadra con un megáfono.
Los hechos sucedieron por la mañana cuando el acusado, que formaba parte de un piquete informativo, se encontró con un grupo de policías que les impedía el paso en la misma ronda a la altura de la calle Tamarit porque estaba identificando a otro piquete.
Según los mossos que han declarado, el grupo reaccionó con violencia cuando se les impidió el paso por lo que utilizaron las porras para dispersarlos y el acusado, Francisco M., utilizó su megáfono para agredir a dos de ellos y, más tarde y en la Rambla del Raval, a un tercero cuando trataban de detenerlo.
Varios testigos han asegurado que, si bien el sindicalista iba en primera fila, en el momento en que los Mossos realizaron la carga, que duró escasos segundos, utilizaba su megáfono para pedir a los manifestantes que no corrieran, ya que no estaban haciendo "nada ilegal".
Además, su abogada ha presentado unas radiografías que verifican que en su detención le rompieron un brazo.
Por último, fue juzgado un joven periodista para el que la fiscalía pide un año de prisión por el delito de atentado a agentes de la autoridad tras retirar de la causa el delito de desórdenes públicos que constaba en su calificación.
El joven, Pau S.R., que padece una minusvalía que le obliga a apoyarse en una muleta, había salido de su trabajo para dirigirse al centro a ver a un compañero de profesión que estaba cubriendo los hechos.
Según los Mossos, participaba de la protesta y tras increpar a uno de ellos en los disturbios de Paseo de Gracia de las 16:30 horas, golpeó con la muleta a un agente rompiéndole un dedo.
Un profesor de la facultad de periodismo de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Manel L.L., que ha testificado en el juicio, ha presentado una grabación de los hechos, ya que se encontraba en el lugar trabajando para un medio de comunicación.
Tras visionar el documento, la fiscal le ha retirado el delito de desórdenes públicos y ha mantenido el de atentado sosteniéndose en la testificación del agente y de un compañero que aseguró que vio los hechos.
