Actualizado 10/01/2006 16:38

Los judíos de Melilla descartan motivos religiosos en la agresión con arma blanca sufrida por un matrimonio

El Gobierno de Melilla dice que hechos así "atentan contra la convivencia en paz y en orden de nuestra ciudad"

MELILLA, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Comunidad Judía de Melilla descartó hoy motivos religiosos en la agresión sufrida por un matrimonio judío mayor, por parte de dos encapuchados que hablaban el árabe, apoyados por una mujer que se hizo pasar por cartera, y que asestaron nueve puñaladas a un hombre de 63 años mientras su esposa fue atada y violentada, según informó hoy el presidente de la Comunidad Judía, Salomón Benzaquén.

En declaraciones a Europa Press, Benzaquén declaró que está claro que el móvil del suceso no tiene nada que ver con la religión. "Descartamos totalmente que el desagradable incidente tenga nada que ver con cuestiones religiosas" apuntó Benzaquén.

Salomón Benzaquén reconoció que la comunidad judía de Melilla se encuentra más consternada aún porque en el recuerdo todavía tiene presente el asesinato de una joven pareja hebrea que esperaba un niño, un crimen perpetrado el 9 de marzo de 2005, al parecer por un carpintero marroquí tras discutir por una deuda de cinco euros.

EL GOBIERNO CALIFICA EL HECHO DE "LAMENTABLE"

Por su parte, el portavoz del Gobierno de la Ciudad Autónoma, Daniel Conesa, condenó hoy la agresión sufrida por un matrimonio judío porque "dijo que una cosa es robar, que ya de por sí es condenable, pero otra es ensañarse, porque casi le cuesta la vida a una persona".

Conesa dijo que este hecho es "es lamentable que una ciudad en la que presumimos de una convivencia, se produzcan hechos de este tipo" y añadió que sucesos de este tipo "atentan contra la convivencia en paz y en orden de nuestra ciudad".

Por último, el portavoz del Ejecutivo melillense dijo que "está seguro que las Fuerzas de Seguridad resolverán el caso y detendrán a los autores".

El hombre que sufrió nueve puñadas, Alberto B., sigue en la UVI, aunque su vida no corre peligro, después de ser intervenido de las nueve puñaladas que le asestaron dos encapuchados, acompañados por una mujer. Su esposa su encuentra bien, después de haber sido golpeada y maniatada junto a su asistente de hogar.

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