Expertos policiales apuntan que, si se hubiera ahogado, al tercer día saldría su cuerpo a flote pero la corriente se lo podría haber llevado a Marruecos
MELILLA, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una portavoz de la Guardia Civil ha explicado que ha pasado casi una semana desde la supuesta desaparición en Nochevieja de un menor extranjero no acompañado (MENA) en el mar en Melilla, por la zona que va desde las Torres V Centenario al Club Marítimo, y los servicios de rescate no han tenido rastro del mismo.
Así ha señalado a Europa Press que los únicos testimonios de la existencia de este menor es otro MENA, que fue rescatado la misma noche del 31 de diciembre cuando se tiró al mar por dicha zona para intentar colarse en el barco como polizón, que dijo a los agentes que le sacaron del agua que con él se tiró otro chico más.
También un tercer MENA que les acompañaba pero que se quedó en tierra, corroboró a la Guardia Civil que eran dos chicos los que se lanzaron al mar.
Los efectivos del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) hicieron una búsqueda intensiva esa misma noche del 31 de diciembre al 1 de enero, con el uso de dos embarcaciones, una de ellas dotada de radar, porque esas horas posteriores eran claves para salvar al menor si realmente estaba en el agua, con inmersiones continuas de los agentes y localización por radar, pero no obtuvieron éxito. Los días posteriores han seguido con la búsqueda pero no con la intensidad de esas primeras horas claves.
Según han informado a Europa Press fuentes policiales, si realmente el menor hubiera perecido ahogado, lo normal es que al tercer día salga a flote. Sin embargo, el cuerpo podría aparecer lejos de Melilla, porque la corriente se lo habría llevado a la zona del Cabo Tres Forcas o a la de Beni-Enzar/Nador, dependiendo del sentido de la corriente.
Sin embargo, nadie quiere dar por hecho esta trágica posibilidad porque desde la Guardia Civil se trabaja en todas las hipótesis, desde que no exista tal menor --lo que pondrían en duda la versión dada por el MENA rescatado la noche del 31 y otro MENA testigo-- hasta que finalmente pudo colarse en el barco o que hubiera llegado por sus propios medios a tierra, desconociendo su actual paradero.
Todas las opciones, por tanto, están abiertas y no se descarta ninguna, aunque si realmente el menor desapareció en Nochevieja en el mar, podríamos estar entonces ante una nueva tragedia relacionada con la inmigración irregular, con una nueva vida segada por esos intentos de los MENA de ir de polizones a la Península a cualquier precio, incluso la vida propia.
