MADRID, 1 Nov. (CHANCE/SHEILA DOMINGO) -
En uno de sus mejores momentos, Arancha de Benito presenta Botón, la nueva marca de ropa sostenible de Infancia sin fronteras que acaba de salir a la venta. Hace dos años, después de hacer un viaje Bicaragua, la ex de Guti dio un vuelvo a su vida lanzandose a trabajar con la ONG para los niños desfavorecidos.
Al tiempo que descubría su parte más solidaria rehizo su vida junto al relaciones públicas Agustín Etienne, un hombre que se lleva a las mil maravillas con Zaida y Aitor, los hijos que Arancha comparte con el ex futbolista del Real Madrid, Guti. Entrando en la adolescencia la reciente diseñadora se arma de valor para afrontar esta difícil etapa de la vida de sus hijos.
CHANCE: Estás ahora volcada con Infancia Sin Fronteras, ¿En qué consiste "Botón", el proyecto que tienes ahora con ellos entre manos?
ARANCHA DE BENITO: Es una ropa de marca ética y solidaria, la nueva iniciativa de la Fundación Infancia Sin Fronteras. Llevo trabajando con ellos desde hace dos años, me llevaron a hacer un viaje para conocer sus proyectos de cerca y me enamoré de lo que hacían. Hemos creado la marca para concienciar a la gente joven en un consumo responsable, que sepan que muchas de las camisetas de marca que compran habitualmente están hechas con algodón recogido por niños de entre cuatro y ocho años. Nosotros cuidamos eso y el beneficio íntegro de las ventas va destinado a los proyectos de Infancia Sin fronteras, es una ropa que como dice nuestro eslogan “te sienta bien” porque además de llevar una camiseta bonita estás regalando apoyo, ayuda, nutrición, salud y educación a más de veinte mil niños en el mundo.
CH: ¿Cómo fue ese viaje que hace dos años cambio tu vida?
AB: Siempre había querido hacer un viaje solidario pero entre los proyectos profesionales y la maternidad nunca había podido encontrar tiempo. Fue Oscar Jiménez, del atlético de Madrid quien me lo propuso hace dos años y encontré el momento. Me fui una semana a Nicaragua con idea de echar una mano pero me enamoré de lo que encontré allí y decidí implicarme más a fondo. Fui a ver, ayudar y ver qué podía ofrecer pero me di cuenta de que hacían una labor increíble allí. Más de doce colegios funcionando gracias a ellos, un montón de niños escolarizados y un hospital en el que hay hasta una UCI, una gran labor en la que participa mucha gente.
CH: ¿Nunca has pensado en adoptar?
AB: Me hubiera traído a todos, me encanta ver a los niños sonreír, ver a la gente feliz con tan poco cuando aquí la gente se queja tanto de todo lo que tiene. Este viaje me sirvió para tomar conciencia de lo privilegiada que soy, yo, mis hijos y todo mi entorno, por el país en el que hemos nacido y descubrir que con poquito que hagamos podemos ayudar muchísimo a los demás. Soy muy niñera, me encantan los niños pequeños.
CH: ¿Te gustaría llevar a tus hijos a conocer el terreno?
AB: Me encantaría, el año que viene si puedo me les llevo, voy a volver muy pronto a visitar los proyectos. Cuando eres niño eres muy inconsciente, por mucho que te lo expliquen tus padres y lo veas en televisión todo te parece una película, por eso quiero llevarles a que lo conozcan como yo lo conocí, sobre el terreno. Cuando nunca te falta de nada y en tu entorno a los demás tampoco es muy difícil tomar conciencia.
CH: ¿El trabajo te ayuda a desconectar del día a día?
AB: Claro, la maternidad es muy laboriosa, trabajosa y costosa, muchas alegrías pero también muchos disgustos. No hay ningún manual para ser la mejor madre con el mejor hijo, ojalá hubiera uno para cada una de nosotras. Los adolescentes dan mucho más trabajo que un bebé y más en mi caso monoparental.
CH: ¿Cómo te estás enfrentando a la adolescencia de tus hijos?
AB: Dame niños, pañales y taca-taca, la adolescencia es muy difícil de llevar como madre.
CH: ¿Son más rebeldes contigo que con su padre?
AB: Los niños son de quien los vive.
CH: ¿Te gustaría que su padre se implicara más?
AB: La figura masculina es muy importante tenerla cerca, al final el día a día con quien lo pasan es conmigo únicamente pero ellos cuentan con su padre, vive a cuatro kilómetros y le ven cada quince días.
CH: ¿Te gustaría volver a ser madre?
AB: Hubiera tenido más hijos, me encantan los niños pero ya se me ha pasado el arroz, sería una locura sin sentido. Estoy feliz con mis dos hijos, un niño y una son más que suficiente para mi ahora.
CH: ¿Cual se parece más a ti en carácter?
AB: Los dos tiene una mezcla, la niña quizá tiene más mis gestos y el niño los de su padre.
CH: Aitor hizo las pruebas para entrar a jugar en el atlético de Madrid, ¿cómo le fueron?
AB: De momento no ha fichado con ellos, tiene que seguir trabajando y luchando.
CH: Siendo quien es su padre, le imaginábamos jugando en el Real Madrid...
AB: Le aceptó el Madrid hace tres años pero se vio pequeño, no disfrutaba jugando en semejante escuela y él mismo decidió salirse.
CH: ¿Te gustaría que fuera futbolista como su padre?
AB: A mi lo que mi importa en mis hijos son los valores, lo que quiero es que sean gente honesta, a lo que se dediquen me da igual.
CH: ¿Son buenos estudiantes?
AB: Normales, si se esforzaran más tendrían mejores resultados
CH: ¿La niña por qué se decanta?
AB: Todavía no se ha decidido pero le gusta todo lo que tiene que ver con la comunicación, es muy sociable y muy cariñosa, es muy expresiva, le gusta cantar y bailar.
CH: ¿En Agustín has encontrado lo que buscabas?
AB: Sí, pasamos mucho tiempo juntos y con los niños. Mis hijos se llevan muy bien con él, igual que con Romina, son muy cariñosos y muy sociables, no tienen ningún problema en ese sentido.
CH: ¿Vais a dar el paso de iros a vivir juntos?
AB: De momento estamos bien así, me gusta vivir el hoy.
