MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
La ex tenista se siente inmensamente feliz. No es para menos porque Arantxa puede presumir de haber tenido una carrera profesional galonada de éxitos, triunfos y aplausos y ahora lleva una vida personal tranquila junto a su pequeña y su marido. "No puedo pedir más" aseguraba Sánchez Vicario confesando que se siente "muy afortunada" con la vida que le ha tocado.
La que fuera número uno del tenis mundial se ha convertido en una madre feliz junto a su hija Arantxa y su marido José Santacana, con quien se casó en octubre de 2008.
"Me siento muy afortunada y se refleja en mi cara que estoy feliz y a gusto y que tengo todavía una vida por delante", declaró Arantxa.
Aún recuerda los tiempos de competiciones internacionales donde "lo principal era competir, ganar y ser la número uno". Y lo consiguió.
"Tras retirarme mis objetivos son otros, sobre todo desde que soy mamá. Mi hija es lo más importante para mí en este momento y estoy muy feliz con mi matrimonio", dijo Arantxa.
"Tengo un marido maravilloso. Estamos felices y muy compenetrados", continuó la tenista poniendo de manifiesto que atrás quedaron los problemas familiares surgidos tras su matrimonio.
Pero con quien sin duda se le cae la baba es con su pequeña: "Es una niña muy buena, tranquila y que se porta muy bien. Donde voy yo ella viene conmigo".
De hecho, Arantxa Sánchez Vicario se muestra tan encantada de ser madre que recomienda "a cualquier mujer que tenga un hijo porque ser mamá es algo maravilloso".
También expresó su deseo de ampliar la familia: "Intentaré hacer la familia un poco más grande porque de lo que estamos seguros es de que queremos que tenga un hermanito o hermanita".
Por último, la tenista admitió que sigue teniendo "el cariño del público" que es "lo más importante". Arantxa se siente "muy querida" y agradece que la gente quiera seguir sabiendo de ella.
"Me gusta que la gente me reconozca por la calle y que pidan autógrafos y fotos. Llevo bien el precio de la fama porque lo sé combinar con mi vida privada", declaró.
