MADRID, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
Tras las constantes noticias acerca de su mala relación con su hijo Borja y su nuera Blanca y las especulaciones con la identidad del padre de sus gemelas, Carmen Cervera ha concedido a la revista 'Vanity Fair' una de sus entrevistas más sinceras, en la que toca todos los aspectos de su vida sin callarse nada.
La revista 'Vanity Fair' ha tenido la posibilidad de acompañar a la Baronesa Thyssen durante dos intensos días, donde Tita Cervera se ha mostrado más sincera y cercana que nunca, hablando sobre todos lo temas de su vida sin ningún tipo de tapujos. Gran parte de la entrevista la dedica a su hijo mayor, Borja, cuyas desavenencias ya son públicas y conocidas por todos.
La revista describe a Carmen como a una "mujer libre que hace lo que le viene en gana y suele salirse con la suya. Excepto en el capítulo de su hijo. Su gran agujero negro". De hecho, en cada una de sus declaraciones, Tita deja constancia de que gran parte de su vida ha girado y gira actualmente en torno a Borja.
De quien sí evita hablar en toda la entrevista es de su nuera, Blanca, a la que no nombra en ninguna ocasión, aunque sí deja claro que no es el tipo de mujer con el que siempre había soñado para su hijo.
"Borja era muy serio con el dinero", explica Carmen, refiriéndose a la lujosa vida que ha estado llevando su hijo en los últimos años. "Yo odio el derroche, me parece de mala educación. Yo lo único que quería para él era una compañera, una chica buena, trabajadora. Como toda madre pretendo que quieran a mi hijo de verdad . Él es muy ingenuo y muy buena persona".
Tita no sólo le ha comprado varias casas, le ha invitado en su barco y le ha ofrecido la mejor educación posible, sino que, además, confiesa que también se ha atrevido a ser madre con vientre de alquiler a los 63 años en gran parte por Borja.
"Tenía miedo a la soledad de Borja. En ese momento ya salía con ella (se refiere a Blanca Cuesta), pero me decía que no se iba a casar ni a tener hijos en muchos años", añade Carmen. "Entonces me dio miedo que me pasase algo y que él se quedara solo".
Sin embargo, confiesa que nunca se ha arrepentido de la decisión de tener a Sabina y a Carmen, sus gemelas, y que ha elegido al mejor padre posible para las niñas. "Cuando tengan uso de razón, a los siete años, sabrán quién es", manifiesta.
La única espinita que se le ha quedado clavada a Carmen ha sido no haber podido tener hijos con los dos hombres más importantes de su vida: su primer marido, Lex Barker, así como el segundo, el Barón Thyssen-Bornemisza.
"Fíjate que con los dos hombres a los que más he querido no he podido tener hijos. Lex porque siempre estaba viajando por sus películas. Y con Heini no pudo ser, lo perdimos. Si hubiera habido hace 20 años los métodos de ahora, habría sido posible", termina la Baronesa.
