SEVILLA, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
Carlos Moyà ha puesto punto y final a su carrera como tenista profesional con un emotivo partido en Sevilla al que asistieron su mujer, su hija y numerosos familiares y amigos. El deportista quiso dejar su último recuerdo sobre la pista andaluza con su ya mítica frase "hasta luego Lucas", que dedicó a su pequeña Carla.
El mallorquín Carlos Moyá ha puesto punto y final a su carrera como tenista profesional tras caer ante David Ferrer en el Masters Nacional de tenis, que se celebra en el pabellón San Pablo de Sevilla, donde el público tributó una cerrada y cálida ovación al mítico tenista español.
Entre este público y en las primeras filas de las gradas se encontraban, como no podía ser de otra forma, su mujer Carolina Cerezuela, así como su hija de tres meses, Carla.
Y es que, en estos momentos tan emotivos en la vida del tenista, Carla y Carolina han brindado un apoyo incondicional a Carlos, siguiendo el último partido del mallorquín con mucha atención.
Carla, que bailaba al son del 'Waka Waka' en el regazo de su madre, lucía una graciosa camiseta rosa sobre la que se podía leer la mítica frase de su padre, "hasta luego Lucas", con la que posteriormente el tenista se despedía para siempre de las pistas.
Sin embargo, la pequeña, que apenas tiene 3 meses de edad, se quedó dormida a pesar de las constantes ovaciones del público.
Después del partido que disputó contra David Ferrer, número siete del mundo, Carlos ofreció un emotivo discurso de despedida en el que agradeció el constante apoyo de sus fans y amigos, recordando sus mejores momentos sobre la pista de tenis y brindándole las palabras más bonitas a su hija Carla.
"Muchas gracias a todos por haber venido hoy", declaraba el tenista. "A todos los que habéis venido desde todos los puntos de España, muchas gracias. Me despido. Ha sido el primer partido que ha visto mi hija, aunque ha estado durmiendo todo el tiempo".
"Estoy orgulloso de que me haya visto y también mi mujer y todos mis amigos que han venido a verme en mi despedida y me imagino que ya sabréis cuáles van a ser las palabras", añadía el tenista, para terminar su discurso, cómo no, con su "hasta luego Lucas".
