Espartaco confirma la crisis: "Estamos tristes por nuestros hijos"

EP

CÁDIZ 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

El torero conocido como Espartaco ha reconocido ante la prensa la crisis matrimonial que atraviesa con su mujer, Patricia Rato. En medio de los problemas de su relación, lo que más preocupa a la pareja son sus tres hijos, pues temen que sufran con el revuelo mediático que esta situación está provocando.

Juan Antonio Ruiz, más conocido como 'Espartaco', y Patricia Rato se casaron en verano de 1991 y juntos han tenido tres hijos, Alejandra (17), Isabel (15) y Juan (9). Ahora, tras cerca de veinte años de matrimonio, los rumores de crisis han sido confirmados y todo apunta a que la pareja podría poner fin a su relación muy pronto.

El torero ha querido dejar claro a los medios que, aunque es un gran seguidor de la prensa del corazón, no tiene intención de convertirse en uno de sus protagonistas; y ha aclarado que no hará declaraciones sobre los problemas de su matrimonio: "Yo esos programas los veo, me divierten, pero sobre mi vida personal no he dicho nada y no lo voy a decir ahora".

Espartaco ha afirmado que ese tema sólo lo va a tratar con aquellos a los que les atañe: "Yo no voy a dar explicaciones a nadie, yo se las doy a mi familia"; y ha dedicado unas palabras de apoyo para su mujer: "De Patricia no se puede decir absolutamente nada porque es una mujer extraordinaria, intachable en la vida, como madre y como mujer".

Parece que en este momento lo que más preocupa a la pareja, más allá de la propia crisis que afrontan, es cómo se puedan estar sintiendo sus hijos ante toda la presión mediática. "Estamos tristes, lo único que nos preocupa a Patricia y a mí son nuestros hijos. Algunos son menores de edad y es difícil explicarles ciertas situaciones", ha declarado el torero.

En medio de la vorágine por su crisis de pareja, Espartaco se enfrenta además a los rumores que le relacionan con Macarena Bazán, una mujer muy ligada al mundo taurino. Pero ésta no ha querido hacer declaraciones sobre la especial amistad que le une al torero, y se ha limitado a pedir respeto a la prensa: "Dejadme tranquila, todos tenemos derecho a la intimidad y al honor".