Tamara Falcó, jornada de compras como toda una "it girl"

Tamara Falcó de compras
FotoS: EUROPA PRESS 

MADRID, 18 Jun. (CHANCE) -

   Tamara Falcó compagina perfectamente sus dos aficiones: el voluntariado y las compras. Aunque aparentemente contradictorias, las dos actividades de la hija de Isabel Preysler son las que más satisfacción le producen y así es tan habitual verla salir de una iglesia o de un hospital tras hacer compañía a algún enfermo como pasear por la Milla de Oro de Madrid.

COMO BUENA 'IT GIRL', TAMARA FALCÓ DEDICA BUENA PARTE DE SU TIEMPO A LAS COMPRAS

   Tamara Falcó es famosa desde el mismo momento en que nació, incluso antes ya que el anuncio del cuarto embarazo de Isabel Preysler fue noticia por sí mismo. Tras realizar diversos estudios de Comunicación en España y fuera, la joven se decantó por el mundo de la moda creando su propia firma que no funcionó. Probó suerte en la empresa de organización de bodas que tiene su padre en el Rincón, en la localidad madrileña de Aldea del Fresno, pero su pasión sigue siendo la moda y aunque no de manera profesional emplea buena parte de su tiempo como auténtica 'it girl'.

   Entre tanto la hija del marqués de Griñón sintió la llamada de la vocación y se dedicó al estudio de la Biblia e incluso llegó a recibir la Confirmación en una ceremonia celebrada en la catedral de la Almudena de Madrid para cumplir con el compromiso que adquirió con Dios cuando la religión se cruzó en su camino.

ESTUVO MIRANDO MALETAS EN UNA CONOCIDA TIENDA DE ARTÍCULOS DE PIEL

   El pasado martes le tocó el turno a una de sus aficiones: la moda. Así la pudimos ver entrando en una conocida tienda de artículos de piel donde estuvo ojeando unas maletas. Es de suponer que la joven ya tiene en su cabeza planes para este verano que se acerca, aunque normalmente suele viajar con su familia, ya que a Isabel Preysler le gusta pasar unos días junto a sus dos hijas pequeñas y con Miguel Boyer.

   Para la ocasión Tamara optó por un vestido péplum color negro y un coqueto bolsito rojo dando muestras de su elegancia innata y de lo que ha aprendido al lado de su madre Isabel Preysler.