MADRID 9 Mar. (Juan Carlos González/Portaltic) -
Dicen que quien no arriesga no gana y 'Square Enix' ha decidido ser valiente con 'Final Fantasy XIII', la última entrega de la popular saga de juegos RPG. Tras años repitiendo una fórmula de éxito, la compañía japonesa ha sabido encontrar una nueva identidad apostando por un nuevo sistema de batalla y mayor linealidad. Todo el carisma de la franquicia, por contra, sí se mantiene.
Lo mejor:
- El mundo creado es único y está lleno de personalidad.
- El apartado técnico alcanza un gran nivel.
- El sistema de batalla es fresco y mejora a su predecesor.
Lo peor:
- Las primeras horas de juego son un poco lentas y demasiado lineales. Una vez superadas, la partida mejora con creces.
Una vez más 'Final Fantasy' nos introduce en un universo único donde naturaleza y tecnología conviven. El mundo conocido es 'El Nido' una esfera aislada de la gran y desconocida tierra de Paals, cuya estabilidad se tambalea. Un grupo de seis personajes se ven envueltos en esta trama hasta el punto de cuestionarse su propia visión de la vida, de lo que es correcto y lo que no.
'Final Fantasy XIII' es probablemente la entrega que más cambios ha traído a la saga. No sólo en lo técnico dado el salto generacional respecto al anterior juego si no también en el desarrollo -quizá el que menos agrade a los fans-. Por supuesto sigue manteniendo muchas de sus señas de identidad e incluso se introducen guiños a otros títulos de la saga.
En vez de un mundo abierto lleno de pueblos y mazmorras esta vez tenemos un juego bastante lineal, especialmente durante las primeras horas. Sin embargo, según avanzamos la libertad para poder movernos y elegir qué queremos hacer aumenta. Aunque el atractivo universo creado podía haber dado más de sí con un sistema más abierto, de ningún modo resulta aburrido.
Siguiendo con los cambios, esta entrega han conseguido dar con un acertado nuevo sistema de combates bautizado como 'Batalla en tiempo continuo', tras el fracaso de 'FF XII' en este terrno. Combina los tradicionales combates en formato lateral con un sistema de formaciones y órdenes que aportan frescura y rapidez.
Manejamos a un personaje acompañado de otros dos controlados por la consola y en vez de turnos tenemos una barra que se va llenando y que se consume al realizar diferentes acciones. Los enemigos además de vida tienen un indicador que se llena a medida que atacamos hasta dejarles inconscientes.
ROLES Y ESTRATEGIAS.
Cada personaje desarrolla una serie de roles con diferentes atributos y habilidades. Desde los castigadores -guerreros físicos- a los sanadores, pasando por los fulminadores -magos-. En combate podemos cambiar el rol de cada personaje a través de las formaciones, por lo que podemos elegir ser más ofensivos o defensivos en función de cómo se desarrolle la batalla.
Además, con los puntos tácticos, con los que podemos realizar invocaciones o habilidades especiales. Al final de cada combate el juego evalúa nuestra actuación y nos otorga una puntuación de hasta cinco estrellas que nos permite recargar más o menos puntos.
Ttras cada combate obtenemos puntos de cristal para evolucionar a nuestros personajes. Sin embargo, otra de las novedades es que los protagonistas no suben de nivel si no que, empleando estos puntos podemos aumentar los atributos y aprender nuevas habilidades en 'Cristarium' un árbol de habilidades similar al tablero de esferas de 'Final Fantasy X'. Cada personaje tiene su propio árbol compuesto por ramas de cada uno de los roles que puede aprender.
Las invocaciones, otra de las señas de identidad de la franquicia, siguen estando presentes, esta vez con el nombre de eidolones. Seres influidos por la estética futurista del juego: una convergencia de los diseños clásicos con la tecnología más puntera. En esta ocasión cada personaje tiene su invocación propia, la cual debe conseguir previamente en un duelo contra ella.
En combate las invocaciones luchan junto a su invocador por un tiempo limitado y una vez llegado a eso límite podemos entrar en modo empatía para realizar los últimos ataques especiales.
COMBATES MÁS ÁGILES.
Como consecuencia de todos estos cambios, ahora los combates son mucho más ágiles y hay que estar mucho más concentrado en lo que está sucediendo para ganar. El sistema de batalla tiene una gran profundidad gracias a los roles de cada personajes y a los constantes cambios en las formaciones para adaptarnos al ritmo del combate.
Las ciudades, junto a sus tiendas, se han quedado atrás en ese cambio a un desarrollo más lineal. Ahora los puntos de guardado, suplen nuestras necesidades y actúan como tiendas las cuales van en aumento según avanzamos.
En los mismos puntos de guardado tenemos a nuestra disposición el 'Taller'. Una tienda especial donde podemos subir el nivel de nuestras armas y accesorios con los objetos que sueltan los enemigos. Cada subida se traduce en una mejora de los atributos base y al llegar a cierto nivel evoluciona en un arma o accesorio nuevo.
Si queremos obtener las mejores armas tenemos que buscar los mejores materiales y para ello tenemos las misiones secundarias. Como ya sucedía en 'Final Fantasy XII' hay a nuestra disposición un buen número de quests que aumentan las horas de juego y que son fundamentales para obtener todos los extras y los mejores objetos.
Por su parte, el dinero no tiene un papel determinante ya que los enemigos no dejan Gils -la moneda de 'Final Fantasy'- al eliminarnos si no que tenemos que vender objetos y botines de batalla para conseguir más.
APARTADO TÉCNICO.
Una de las virtudes de la franquicia 'Final Fantasy' es que, a pesar de lo dispares que resultan sus mundos e historias, siempre crean universos únicos con una estética característica. El universo de 'Fabula Nova Crystallis' creado para 'Final Fantasy XIII' es acogedor, cercano pero a la vez una utopía de fantasía.
Gráficamente el juego no es una revolución, aunque roza el nivel de los títulos más punteros de esta generación. El nivel de detalle es bastante alto y no se ha descuidado nada, desde el pelo hasta unas expresiones faciales muy realistas. Tanto las animaciones como las escenas de video están muy logradas, algo que no es baladí ya que se ha contando con muchos responsables de 'Advent Children'.
Las diferencias visuales entre las versiones de Playstation 3 y XBOX 360 no son tan notables como presagiaban algunas imágenes: el juego gana muchos enteros en movimiento en la consola de Microsoft. Si bien es cierto que en la consola de Sony tiene una mayor definición y texturas algo mejores, no se aprecia tanto durante el juego gracias al fantástico acabado final de ambas versiones.
Aunque en esta ocasión la presencia de Nobuo Uematsu -responsable de las piezas más memorables de la saga- es mínima no por ello la banda sonora del juego es de peor calidad. Temas clásicos mezclados con algunas composiciones modernas que se ajustan al ritmo y a la tensión de cada situación. Como ya ocurrió en los 'Final Fantasy' de PS2, el juego está doblado sólo al inglés, aunque por fortuna refleja el espíritu y la personalidad de cada personaje.
CONCLUSIÓN
'Square Enix' ha sido valiente al transformar su franquicia más grande en busca de una nueva identidad, después de muchos años siendo conservadora. 'FF XIII' es un juego de una excelente factura técnica que ha sabido mezclar lo nuevo con lo viejo de manera bastante correcta. Aunque echamos de menos algunas cosas, el resultado es una aventura entretenida y emocionante que merece que los escépticos fans de siempre le den una oportunidad.