MADRID, 17 Jun. (CHANCE) -
Emocionante y sorprendente es como va a ser el programa de esta semana de MasterChef en el que los protagonistas no serán los concursantes sino sus madres. Los aspirantes tendrán que cocinar un plato que les será familiar y lucharán por conseguir el delantal dorado que les dará paso al siguiente programa. Para ello, contarán con la ayuda de sus progenitoras, que les intentarán transmitir la sabiduría necesaria para que sus hijos reproduzcan y superen las recetas.
Tras el conmovedor encuentro con sus madres, los siete aspirantes viajarán a Lanzarote, isla de volcanes y paisajes extraordinarios, para cocinar en la cueva de Los Jameos del Agua. Un reto en un paraíso donde mostrarán la riqueza de la gastronomía canaria y sus productos exóticos. Para salvarse de la eliminación, el equipo perdedor tendrá que superar con nota una dura prueba, preparar un menú con productos como carne de ñu, ancas de rana y carne de canguro.
Por primera vez en MasterChef, uno de los aspirantes decidirá abandonar el programa y Pepe sorprenderá a los concursantes con la llegada de su hermano Diego Rodríguez Rey, jefe de sala del restaurante que dirigen, El Bohío.