MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
Este 8 de abril se cumplen 56 años de la recepción de la primera señal que 'sobresaltó' a los pioneros de los proyectos de búsqueda de inteligencia extraterreste, más conocidos por la sigla inglesa SETI.
El Proyecto Ozma fue un experimento pionero SETI iniciado en 1960 por el astrónomo Frank Drake, de la Universidad de Cornell, en el Observatorio Nacional de Radioastronomía en Green Bank, Virginia Occidental. El objeto del experimento era buscar signos de vida en sistemas planetarios distantes a través de ondas de radio interestelares, informa Wikipedia.
La escucha de señales se prolongó durante seis horas diarias entre abril y junio de 1960, con la antena dirigida a dos estrellas cercanas similares al Sol, epsilon Eridani y Tau Ceti, que por entonces se pensaba que podían albergar planetas como el nuestro.
Pocos días después de iniciar la escucha, el 8 de abril, los altavoces reflejaron una fuerte señal que se atribuyo inicialmente a alguna clase de emisión extraterrestre, lo que provocó un revuelo en la comunidad científica. Sin embargo, el análisis posterior de la señal determinó que la señal había sido originada por una avión a gran altitud.
El programa llevaba el nombre de la princesa Ozma, regente de la ficticia tierra de Oz, inspirado en Lyman Frank Baum la supuesta comunicación con la onda de radio para enterarse de los acontecimientos de los libros que tienen lugar después de La Ciudad Esmeralda de Oz. La búsqueda fue publicado en artículos en los medios populares de la época, como el Time Magazine.
Una banda de 400 kilohertzios fue escaneada alrededor de la frecuencia del marcador, usando un receptor de un solo canal con un ancho de banda de 100 hertzios. La información se grabó para el análisis fuera. Unos 150 horas de observación intermitente durante un periodo de cuatro meses detectaron señales reconocibles.
El receptor se sintonizó a longitudes de onda cerca de 21 cm, que es la longitud de onda de la radiación emitida de forma natural por el hidrógeno interestelar; se pensó que esto sería familiar, como una especie de estándar universal, para cualquiera que trate de comunicarse por radio en el medio interestelar.
Aunque el proyecto Ozma no cumplío con su objetio, en 1961, Frank Drake presentó una ecuación que permite un cálculo probabilístico de cuántas civilizaciones extraterrestres existen en nuestra galaxia con la capacidad de comunicarse por medio de señales de radio.
