El microquásar Cygnus X-3 despierta cinco años después

Actualizado: miércoles, 7 diciembre 2016 18:00

   MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

   Astrónomos rusos han observado una llamarada gigante de radio desde una poderosa fuente binaria de rayos X conocida como Cygnus X-3, después de más de cinco años de inactividad.

   Clasificado como un microquasar, Cygnus X-3 es una poderosa fuente de rayos X que se cree es un objeto compacto en un sistema binario. Originalmente fue descubierto en los rayos X en 1967 y es observable en rayos X, rayos gamma, infrarrojos y radio. La fuente se encuentra a unos 23.000 años luz de distancia en la constelación Cygnus y tiene una periodicidad orbital de aproximadamente 4,8 horas.

   Cygnus X-3 experimenta explosiones periódicas de radio. La primera llamarada significativa registrada ocurrió en 1972 y aumentó las emisiones de radiofrecuencia de esta fuente mil veces. Más recientemente, en marzo de 2011, los astrónomos registraron una llamarada gigante, y después de este evento, la fuente entró en un estado de latencia.

   La tranquilidad se vió interrumpida por el último estallido de radio gigante que tuvo lugar en septiembre de 2016, y fue predicho por un equipo de astrónomos dirigido por Sergei Trushkin del Observatorio Astrofísico Especial (SAO) en Nizhnij Arkhys, Rusia. Los investigadores observaron Cygnus X-3 con el radiotelescopio RATAN-600 de SAO como parte de una campaña de monitoreo de microquásares a largo plazo y multi-frecuencia.

   "En el programa de monitoreo multifrecuencia a largo plazo de los microquasares con RATAN-600, descubrimos la llamarada gigante del binario de rayos X Cygnus X-3 el 13 de septiembre de 2016", escribieron los científicos en el documento, que fue publicado el 2 de diciembre en arxiv.org.

   Según la investigación, el estallido de 2016 de Cygnus X-3 interrumpió un período de casi cinco años y medio de su inactividad. El estallido de 2016 ocurrió después de la transición de la fuente a un estado de rayos X "hiper-blando", como en el caso de la explosión anterior en 2011. Tras cinco días de máxima actividad, el microquasar regresó a un estado de reposo el 18 de octubre de 2016.

   Además de detectar y caracterizar el estallido de 2016, los investigadores también encontraron que durante el período de latencia anterior a la última llamarada, el flujo de rayos X duro estaba fuertemente anti-correlacionado.

   Asumen que esto podría estar relacionado con las propiedades de los chorros de radio compactos que se forman durante un estado de reposo, y dependen fuertemente de una tasa de acreción sobre un agujero negro o una estrella de neutrones.