La Nova Cygni de 1670 fue resultado de una colisión estelar desigual

CK Vulpeculae.
ALMA (ESO/NAOJ/NRAO)/S. P. S. EYRES (LINK TO DOI:
Europa Press Ciencia
Actualizado: martes, 9 octubre 2018 11:01

   MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Observaciones con el telescopio ALMA (Chile) han revelado por primera vez que una estrella enana blanca y una enana marrón colisionaron en un 'resplandor' que se vio en la Tierra en 1670.

   Analizando los restos cósmicos de aquel evento, un equipo internacional de astrónomos ha encontrado evidencia de que una enana blanca (los restos de una estrella como el Sol al final de su vida) y una enana marrón (una estrella "fallida" sin la masa suficiente para sostener la fusión termonuclear) colisionaron en un fugaz resplnador que se vio en la Tierra en 1670 como Nova Cygni, "una nueva estrella debajo de la cabeza del Cisne". La estrella enana marrón fue 'destrozada' y arrojada sobre la superficie de una estrella enana blanca, lo que llevó a la erupción de 1670 y al remanente que vemos hoy.

   En julio de 1670, los observadores en la Tierra presenciaron una "nueva estrella", o nova, en la constelación de Cygnus: el cisne. Donde antes no había una estrella obvia, bruscamente apareció una estrella tan brillante como las del Arado, que gradualmente se desvaneció, reapareció y finalmente desapareció de la vista.

   Los astrónomos modernos que estudian los restos de este evento cósmico inicialmente pensaron que fue desencadenado por la fusión de dos estrellas de secuencia principal: estrellas en el mismo camino evolutivo que nuestro Sol. Esta llamada 'nueva estrella' fue referida durante mucho tiempo como 'Nova Vulpeculae 1670', y más tarde se conoció como CK Vulpeculae.

   Sin embargo, ahora sabemos que CK Vulpeculae no era lo que hoy describiríamos como una 'nova', sino que en realidad es la fusión de dos estrellas: una enana blanca y una enana marrón.

   Al estudiar los escombros de esta explosión, que toman la forma de anillos dobles de polvo y gas, que se asemejan a un reloj de arena con un objeto central compacto, el equipo de investigación concluyó que una enana marrón, llamada estrella fallida sin la masa para Mantener la fusión nuclear, se había fusionado con una enana blanca, con una masa diez veces superior.

   La profesora Nye Evans, profesora de astrofísica en la Universidad de Keele y coautora del artículo que aparece en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, explica en un comunicado:

   "CK Vulpeculae ha sido considerada en el pasado como la 'nova antigua' más antigua. Sin embargo, las observaciones de CK Vulpeculae que he hecho a lo largo de los años, utilizando telescopios en el suelo y en el espacio, me convencieron cada vez más de que esto no era una nova. Todos sabían lo que no era, pero nadie sabía qué era, pero una fusión estelar de algún tipo parecía la mejor apuesta. Con nuestras observaciones de ALMA del exquisito reloj de arena y el disco deformado, más la presencia de litio y su peculiar abundancia de isótopos, se llegó a una explicación: en 1670, una estrella enana marrón fue 'triturada' y arrojada sobre la superficie de una estrella enana blanca, lo que llevó a la erupción de 1670 y al reloj de arena que vemos hoy".

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