Asocian grandes erupciones volcánicas con veranos fríos desde la época romana

   MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Científicos dirigidos por el Desert Research Institute (DRI) han relacionado 300 erupciones volcánicas a temperaturas mínimas extremaa nivel mundial que se extienden al inicio de Roma.

   "Usando nuevos registros hemos sido capaces de demostrar que las grandes erupciones volcánicas en los trópicos y las latitudes altas fueron las conductoras dominantes de la variabilidad del clima, responsables de numerosos y extendidos veranos con frío extremo durante los últimos 2.500 años", dijo el autor principal del estudio, Michael Sigl, profesor asistente de investigación en el DRI y becario postdoctoral en el Instituto Paul Scherrer en Suiza.

   "Estas temperaturas más bajas fueron causadas por las grandes cantidades de partículas de sulfato volcánicas inyectadas en la atmósfera superior," agregó Sigl, "blindando la superficie de la Tierra de la radiación solar entrante."

   El estudio muestra que 15 de los 16 veranos más fríos registrados entre el 500 aC y el 1000 dC siguieron a grandes erupciones volcánicas, con cuatro de los más fríos producidos poco después de los más grandes eventos volcánicos regisrados.

   Esta nueva reconstrucción se deriva de más de 20 núcleos de hielo individuales extraídos de las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida y analizados para el sulfato volcánico principalmente utilizando un sistema de análisis de vanguardia de DRI que busca trazas químicas en núcleos de hielo.

   Estos registros de hielo ofrecen una historia año tras año de los niveles de sulfato atmosférico a través del tiempo. Mediciones adicionales incluyendo otros parámetros químicos se realizaron en instituciones colaboradoras.

   El estudio incluyó también la interptretación de registros documentales de China, Babilonia (Irak) y Europa que describen observaciones atmosféricas inusuales 254 años antes de la Era Común. Estos fenómenos incluyen la luz solar disminuida, decoloración del disco solar, la presencia de coronas solares, y los cielos crepusculares profundamente rojos.