TAROUDANT (MARRUECOS), 9 (EUROPA PRESS)
Viajar por las principales ciudades imperiales de Marruecos es
captar los olores y sabores de un país, tradicional en las facetas
más cotidianas de la vida, como son la cura de enfermedades
domésticas, la belleza o la gastronomía. Los datos son precisos y
hablan de que más de tres cuartas partes de la población del país
marroquí curan sus enfermedades a base de plantas y, además, tienen
en sus casas al menos tres o cuatro de éstas que poseen propiedades
medicinales, según confirmó a Europa Press Televisión un experto en
hierbas curativas y trabajador de una cooperativa de aceite de argán
y herboristería a la vez, Mustafa El Mesbahi, de la ciudad alauí de
Taroudant.
Según este experto y amante de las hierbas medicinales, la mayoría
de los ciudadanos de Marruecos "posee una cultura de las plantas que
no hay en otras partes del mundo", además, algunas tribus han
introducido en su vida costumbres ancestrales pasadas de padres a
hijos, como los tradicionales desayunos con aceite extraído de una
almendra del árbol del argán, e incluso una mezcla típica del pueblo
bereber que consiste en mezclar este aceite, con almendras, miel, y
nueces, muy típico en muchas zonas de Marruecos.
Taroudant, la llamada "abuela de Marrakech", capital del aceite de
argán, está situada a tan sólo una hora en coche del puerto más
importante del sur de Marruecos, Agadir, y a tres horas de Marrakech.
En esta ciudad rodeada por una muralla, con el viejo Palacio de
Salam, reconvertido en hotel para los turistas y situado en la vieja
Kasbah, también se encuentran herboristerías y una de las empresas
más importantes de la zona que extrae el aceite de argán.
"HAMAN" O LUGAR DE MASAJES
Mustafa El Mesbahi, es filósofo y trabajador de la cooperativa de
Argán en Taroudant, un edificio tradicional en una de la zonas más
concurridas de esta antigua ciudad del este marroquí, y que además,
de extraer y exportar el aceite de argán a varios países europeos,
también comercializa hierbas medicinales típicas de Marruecos, e
incluso sirve de "hamán" o baño y lugar de masajes para los
visitantes que se trasladan a esta zona del este marroquí.
En este aspecto, se puede destacar la preparación de tisanas con
diferentes tipos de plantas, pomadas de uso externo contra los
eccemas, aceites esenciales para curar los dolores reumáticos, y el
"kohl", típico de los pueblos tuaregs del desierto, que lo utilizan
las mujeres para pintar sus ojos, y que antiguamente se usaba en el
desierto del Sáhara para preservar los ojos de la arena.
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09-Feb-2003 15:40:10
(EUROPA PRESS)
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