LUANDA, 30 Mar. (EP/AP) -
El número de víctimas mortales en Angola por el brote del virus del ébola, que se inició el pasado mes de octubre, ha aumentado hasta 117 mientras que a otras siete personas se les ha diagnosticado la enfermedad, según informó el Ministerio de Sanidad angoleño en un comunicado.
Casi todas las muertes tuvieron lugar en la provincia de Uige, en el norte del país, donde los primeros síntomas se detectaron el pasado octubre. Otras dos personas murieron estos últimos días en Luanda, capital angoleña, y una tercera en Cabinda, un pequeño enclave entre Congo y la República Democrática del Congo (RDC).
El virus continúa extendiéndose en Uige, por lo que la población ha comenzado a abandonar la provincia. El Ministerio de Sanidad de RDC mostró ayer su temor ante una posible extensión del virus desde Angola hasta su país. También el ministro de Sanidad congoleño visitó la zona fronteriza con Angola en una "lucha para proteger a su país" y prevenir la expansión del virus, según declaró a la emisora de radio Okapi.
El anterior brote del virus se desató en Congo entre 1998 y 2000 y se cobró la vida de 123 personas. Desde el año pasado Congo recibe cientos de refugiados procedentes de la región fronteriza de Uige que huyen de la guerra civil que sufre Angola.
Cerca de tres cuartos de los casos de contagio en Angola ocurrieron en niños de 0 a 4 años mientras que son muy pocos los casos de adultos infectados, según informó la Organización Mundial de la Salud (OMS) la semana pasada.
Por el momento no hay vacuna ni cura para el virus, que se contagia a través de fluidos corporales y puede ser mortal en un corto espacio de tiempo, según la OMS. El tratamiento hospitalario consiste en mantener el nivel de oxígeno del paciente y su presión sanguínea así como transferirle la sangre perdida.
La OMS informó de que está coordinando ayuda internacional para paliar el brote a través de organismos como 'Response Network', cuyos recursos proceden de instituciones de todo el mundo. Además, la OMS envió a Angola a médicos expertos para controlar la expansión del virus y concienciar sobre la necesidad de prevenir la infección.