SANTANDER, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El profesor de Ciencias Biológicas de la Universidad de California,
Francisco Ayala, señaló hoy en Santander que "no está a favor" de la
clonación del hombre "para mejorar la especie humana" porque habría
que determinar "qué es un individuo perfecto o cómo es mejor".
Sin embargo, sí se mostró favorable a la clonación de células y
embriones para fines terapeúticos, y dijo que, desde el punto de
vista biológico y en contra de lo que sostiene la Iglesia Católica,
"no hay forma humana en los embriones jóvenes". Ayala diferenció
entre dos posibilidades de la terapia genética. Por un lado, utilizar
la genética para corregir enfermedades a nivel genético a partir de
la obtención de células embrionarias con fines terapéuticos, o bien
para producir individuos mejores, tal como se pretende con la
clonación de seres humanos.
En este sentido el experto en Ciencias Biológicas se pronunció en
contra de los procesoS que tienen como finalidad mejorar la especie.
Sin embargo, se mostró "a favor" de la ingeniería genética que, dijo,
persigue mejorar la calidad de vida. Ayala explicó que el primero en
proponer la selección germinal para mejorar la especie humana fue el
Premio Nobel H.J. Muller, que trabajaba en la Columbia University y
lo propuso a mediados del siglo. A este punto, el profesor señaló que
disiente de esta propuesto porque habría que "definir qué es un
individuo mejor".
Desde el punto de vista técnico las objeciones en torno a la terapia
genética, según Ayala, tienen carácter moral y religioso que depende
de qué se considere el embrión como ser humano. Actualmente, la
Iglesia Católica oficialmente considera los embriones muy recientes
como seres humanos. Desde el punto de vista biológico, para el
experto "estos embriones son como la cabeza de alfiler, no tiene
forma humana ninguna, tiene las oportunidades de convertirse en ser
humano. Sí tienen potencial de convertirse en seres humanos pero
desde mi punto de vista no son seres humanos".
En este sentido, Ayala indicó que la concepción de la Iglesia
Católica sobre la identidad de los embriones ha evolucionado a lo
largo de la historia, pues desde el punto de vista de la Iglesia
tradicional, no se consideraba a estos embriones jóvenes seres
humanos. A este respecto, recordó que Santo Tomas de Aquino, el gran
teólogo de la Iglesia Católica, consideraba que antes del día 40 no
debía ser considerado al embrión como ser humano. Sin embargo, esta
concepción cambió a finales del siglo pasado, cuando se publicó el
Código Canónico que la Iglesia decide por "razones prácticas que
empieza a haber ser humano en los embriones jóvenes antes del día 40
y hay posibilidad de tener alma".