MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
El doctor Eladio Barrio Esparducer, Profesor Titular de Genética
del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la
Universidad de Valencia, ha dirigido a un equipo de investigadores de
dicha universidad, con un nuevo trabajo -publicado en la última
edición de Nature-- que explica cómo la proteína GroEL modula las
mutaciones perjudiciales de los organismos que viven en el interior
de las células de otro organismo o "organismos simbiontes".
"Una de las cuestiones más importantes en biología es comprender
cómo ciertos microorganismos adquieren un estilo de vida
endosimbiótica, es decir, pasan a vivir dentro de las células de otro
organismo (hospedador), beneficiando tanto al simbionte como para el
hospedador", ha explicado el investigador en declaraciones a Europa
Press.
Existen muchos ejemplos de endosimbiosis, pero los más importantes
fueron los que dieron lugar a las mitocondrias y los cloroplastos,
orgánulos de las células eucariotas donde se producen,
respectivamente, la respiración y la fotosíntesis.
"Otros ejemplos, estudiados en nuestro grupo, son las
endosimbiosis entre bacterias e insectos, como es el caso de pulgones
(áfidos). Estos insectos presentan unos tejidos especializados que
contienen unas bacterias (Buchnera sp.) que les proporcionan ciertos
nutrientes (aminoácidos y vitaminas) ausentes en las plantas de las
que se alimentan los pulgones. Por el contrario, la bacteria se
beneficia de un ambiente estable y de recursos proporcionados por el
hospedador", agrega.
La relación es tal, que la bacteria no puede sobrevivir fuera del
hospedador, y el pulgón carente de simbiontes (tratado con
antibióticos, por ejemplo) acaba debilitándose y muriendo. Sin
embargo, ese estilo de vida intracelular le supone al endosimbionte
el estar sometido a fuertes reducciones de su tamaño poblacional
(llamadas cuellos de botella).
Estudios previos con organismos modelo como Drosophila,
Escherichia coli, o incluso con virus, demostraron que sucesivos
cuellos de botella provocan la acumulación de mutaciones
perjudiciales (deletéreas), es lo que se conoce como el trinquete de
Muller.
Según Barrio, "debido a la acumulación de este tipo de mutaciones
perjudiciales, lo que se esperaría es la extinción de los
endosimbiontes, y sin embargo, como ya hemos señalado, la
endosimbiosis es común en insectos y se da desde hace varios cientos
de millones de años. Por tanto, se sospechó la existencia de algún
tipo de mecanismo que compense ese tipo de deterioro genético".
La hipótesis de que el mecanismo compensador lo regulaba la
proteína GroEL (encargada de proteger a las proteínas de la
desnaturalización y de facilitar la recuperación de su plegamiento)
ya estaba lanzada, pero faltaba la demostración experimental.
"Nosotros hemos demostrado experimentalmente que, efectivamente,
la sobreproducción de GroEL modula el efecto de la acumulación de
mutaciones deletéreas por cuellos de botella. Para ello utilizamos
Escherichia coli como modelo. Nuestro trabajo demuestra también que
la sobreproducción de Borrel sólo es beneficiosa en ambientes ricos
en aminoácidos, como el que se da en la vida intracelular", afirmó el
investigador.
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23-May-2002 10:30:00
(EUROPA PRESS)
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