Llega a España "Zeldox" (Pfizer), antipsicótico contra la esquizofrenia que mejora también síntomas afectivos

Europa Press Ciencia
Actualizado: martes, 25 febrero 2003 20:26

MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

La compañía farmacéutica Pfizer anunció hoy, en rueda de prensa

celebrada en madrid, la llegada al mercado español de "Zeldox", un

nuevo antipsicótico basado en la ziprasidona indicado para el

tratamiento de la esquizofrenia que mejora los síntomas positivos y

negativos de los enfermos, además de los afectivos, y presenta un

buen perfil de tolerancia, explicó el director médico de los

laboratorios, doctor Gonzálo Hernández.

Se trata del "primer antipsicótico atípico que tiene doble

presentación --intramuscular y oral-- con eficacia en síntomas

positivos (alucinaciones, delirios o trastornos del comportamiento) y

negativos (principalmente pérdida de actividad), pero tambien en

otros afectivos, como la depresión y la ansiedad, lo que representa

su valor añadido", añadió.

Además, "Zeldox" evita efectos secundarios clásicos en

tratamientos anteriores, como el aumento de peso, hipotensión,

disfunción sexual o trastornos psicológicos, registrando algunos

"mínimos" como somnolencia, cefalea y algún problema digestivo, lo

que "aumenta la adherencia al tratamiento", mejorando así la

evolución de la enfermedad y el número de recaídas del enfermo.

En este sentido, el doctor Fernando Cañas, jefe del departamento

de Psiquiatría del Hospital Psiquiátrico de Madrid, insistió en la

necesidad de promover la "prevención secundaria", es decir, el

diagnóstico y tratamiento precoz de la esquizofrenia, ya que existe

una "relación entre el deterioro a medio y larzo plazo de la

enfermedad con el tiempo transcurrido entre la aparición de los

síntomas y su tratamiento".

BENEFICIOS DEL TRATAMIENTO

De hecho, señaló que mientras que la terapia farmacológica obtiene

una respuesta favorable en siete de cada diez esquizofrénicos --que

en España alcanzan los 400.000--, "el abandono de la misma es uno de

los principales factores para la aparición de una recaída", lo que se

produce en el 70 por ciento de los casos durante el primer año de

enfermedad.

Además, este severo trastorno mental, caracterizado por una

pérdida de contacto con la realidad y que, en palabras de Cañas,

tiene "serias repercusiones personales, sociales y familiares",

presenta un alto riesgo de suicidio, con una tasa superior al 10 por

ciento a lo largo de la vida del paciente, generalmente cuando la

enfermedad aún no está muy avanzada.

"El resto tendrá que recibir tratamiento durante una media de 30

años, lo que implica un importante costo sanitario" --estimado en

7.000 euros por año y paciente-- e incluye una elevada probabilidad

de recaída, ya que sólo el 16 por ciento de los enfermos tendrá un

sólo episodio psicótico a lo largo de su vida.

A ello se suma las "situaciones de grados variables de

dependencia" en la que quedan la mitad de los enfermos, lo que

aumenta la importancia de aplicar un tratamiento con "buen perfil de

tolerancia y efectos secundarios", puntualizó el doctor Salvador Ros,

del servicio de Psiquiatría del Hospital del Mar (Barcelona).

Según estos especialistas, el nuevo fármaco, disponible en España

desde hace un mes y ya comercializado en Estados Unidos, México y

algunos países europeos, responde a sus objetivos actuales a la hora

de aplicar un tratamiento: "controlar los síntomas agudos cuando se

produce una descompensación, revertir el resto de los síntomas

negativos, afectivos y cognitivos, y conseguir la reinserción del

paciente en su medio".

POSIBILIDADES DE PREVENCIÓN

Por otra parte, y preguntado por las posibilidades de disponer de

un tratamiento preventivo de la enfermedad a medio plazo, Cañas

indicó que la "prevalencia relativamente alta y especificidad

reducida" de los síntomas que presenta la esquizofrenia dificultan la

aplicación de una terapia a una persona que aún no la ha desarrollado

con garantías de que lo hará en un futuro.

"Correríamos el riesgo de poner en tratamiento a personas que con

bastante probabilidad no desarrollarán la enfermedad y los

tratamientos no son inocuos, tienen un coste importante y provocan

una cierta estigmatización", a priori innecesaria, "lo que no quita

para que merezca la pena realizar estudios de población de alto

riesgo" como en personas con antecedentes familiares, apostilló

Cañas.

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25-Feb-2003 19:30:00

(EUROPA PRESS)

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