Logran cultivar un microbio milagroso que convierte petróleo en gas

En un campo petrolero como este, Gunter Wegener y sus colegas encontraron los microorganismos que ahora también viven en su laboratorio. La información genética muestra que están muy extendidos e incluso viven en las profundidades marinas.
En un campo petrolero como este, Gunter Wegener y sus colegas encontraron los microorganismos que ahora también viven en su laboratorio. La información genética muestra que están muy extendidos e incluso viven en las profundidades marinas. - YOSHI CANOPUS/CC-BY-SA-4.0
Actualizado: jueves, 23 diciembre 2021 12:58

   MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -

   Científicos han logrado cultivar en laboratorio un microbio 'milagroso' llamado Metanoliparia que es capaz, en solitario, de convertir el petróleo en gas natural, es decir, metano.

Antes se pensaba que esta conversión solo era posible mediante la cooperación de diferentes organismos. En 2019, Rafael Laso-Pérez y Gunter Wegener del Instituto Max Planck de Microbiología Marina sugirieron que este microorganismo podía hacerlo por sí mismo, como indicaban sus análisis de genoma.

   Ahora, en colaboración con un equipo de China, los investigadores han logrado cultivar este microbio milagroso en el laboratorio a partir de un tanque de sedimentación de una instalación de producción de petróleo que maneja esta compleja reacción por sí sola. Esto les permitió describir exactamente cómo el microbio logra la transformación. También descubrieron que prefiere comer trozos de comida bastante voluminosos.

   Metanoliparia descompone el aceite en metano y dióxido de carbono. "Es una especie de criatura híbrida que combina las propiedades de un degradador de aceite con las de un metanógeno, es decir, un productor de metano", explica el autor del estudio Gunter Wegener del Instituto Max Planck de Microbiología Marina en la Universidad de Bremen.

   Ahora que los investigadores lograron cultivar estos microorganismos en el laboratorio, pudieron investigar en detalle los procesos subyacentes. Descubrieron que su composición genética le da a Metanoliparia capacidades únicas. "En sus genes lleva los planos de las enzimas que pueden activar y descomponer varios hidrocarburos. Además, también tiene el equipo completo de engranajes de un productor de metano", dice Wegener en un comunicado.

   En sus cultivos de laboratorio, los investigadores ofrecieron a los microbios varios tipos de alimentos y utilizaron una variedad de métodos diferentes para vigilar de cerca cómo los maneja Metanoliparia. Lo que fue particularmente sorprendente de ver fue que este arqueón activó todos los diferentes hidrocarburos con una y la misma enzima.

   "Hasta ahora, solo hemos cultivado arqueas que viven de hidrocarburos de cadena corta como el etano o el butano. Metanoliparia, por otro lado, prefiere el petróleo pesado con sus compuestos de cadena larga", dice el coautor Rafael Laso-Pérez, que ahora trabaja en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB) de España.

   "Microbios metanogénicos que usan hidrocarburos de cadena larga directamente; no sabíamos que existían hasta ahora. Incluso los hidrocarburos complicados con estructuras aromáticas o en forma de anillo no son demasiado voluminosos para Metanoliparia, al menos si están unidos a al menos una cadena de carbono más larga. Esto significa que, además de nuestros otros resultados interesantes, también hemos encontrado una vía de metanogénesis previamente desconocida por completo".

   Las células de Metanoliparia cultivadas para el presente estudio se originan en uno de los campos petroleros más grandes de China, el campo petrolero Shengli. Sin embargo, los análisis genéticos muestran que estos microbios se distribuyen por todo el mundo, incluso hasta las profundidades del mar. "Nuestros resultados tienen una comprensión completamente nueva de la explotación petrolera en yacimientos de petróleo subterráneos. Tanto la amplia distribución de estos organismos como las posibles aplicaciones industriales hacen de este un apasionante campo de investigación en los próximos años ", concluye Wegener.

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