Una galaxia canibal, captada en pleno 'almuerzo'

Galaxia canibal Centaurus A
ESO
Actualizado: viernes, 20 noviembre 2009 19:16

MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

Una nueva técnica que emplea imágenes en infrarrojo cercano, obtenidas con el New Technology Telescope (NTT) de 3,58 metros del European Southern Observatory (ESO), permite a los astrónomos ver a través de opacas nubes de polvo de la galaxia caníbal gigante Centaurus A, develando su "última cena" con un detalle sin precedentes: una galaxia espiral más pequeña y actualmente retorcida.

Esta fotografía también muestra miles de cúmulos de estrellas, esparcidas como gemas centellantes, agitándose dentro de Centaurus Centaurus A (NGC 5128) es la galaxia elíptica gigante más cercana, a una distancia de unos 11 millones de años luz, y constituye uno de los objetos más estudiados en el cielo austral. Ya en 1847 la especial aparición de esta galaxia captó la atención del famoso astrónomo británico John Herschel, quien catalogó los cielos del sur e hizo una exhaustiva lista de nebulosas.

Sin embargo, Herschel no podía saber que esta bella y espectacular aparición se debe a una opaca senda de polvo que cubre el centro de la galaxia. Se piensa que este polvo es el residuo de una fusión cósmica entre una galaxia elíptica gigante y una galaxia espiral más pequeña llena de polvo.

Se cree que hace unos 200 a 700 millones de años, esta galaxia consumió a una galaxia espiral más pequeña, rica en gas, cuyos contenidos parecen estar agitándose en el centro de Centaurus A, provocando probablemente nuevas generaciones de estrellas.

Los primeros vistazos de las "sobras" de esta cena fueron obtenidos gracias a las observaciones con el ESA Infrared Space Observatory, que revelaron una estructura de 16.500 años-luz de ancho, muy similar a la de una pequeña galaxia barrada. Más recientemente, el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA resolvió esta estructura en un paralelógramo, que puede ser explicado como el residuo de una galaxia rica en gas cayendo dentro de una galaxia espiral y torciendo en el proceso. La fusión de galaxias es el mecanismo más común para explicar la formación de tales galaxias elípticas gigantes.

Las nuevas imágenes, obtenidas en el Observatorio La Silla del ESO, en Chile, permiten a los astrónomos obtener una vista aún más precisa de la estructura de esta galaxia, completamente libre del polvo que la oscurece. Las imágenes originales, obtenidas observando en el infrarrojo cercano a través de tres filtros diferentes (J, H, K) fueron combinadas usando una nueva técnica que elimina el efecto filtrante del polvo, proporcionando una clara vista del centro de esta galaxia.

Lo que los astrónomos encontraron era sorprendente: "Hay un claro anillo de estrellas y cúmulos escondidos detrás de las sendas de polvo, y nuestras imágenes proporcionan una detallada vista de éste que no tiene precedentes" dice Jouni Kainulainen, autor principal del artículo que da cuenta de estos resultados. "Un posterior análisis de esta estructura proporcionará importantes pistas sobre cómo ocurrió el proceso de fusión y cuál ha sido el rol de formación de estrellas durante éste".

El equipo de investigación está entusiasmado con las posibilidades que abre esta nueva técnica: "Estos son los primeros pasos en el desarrollo de una nueva técnica que tiene el potencial de localizar gigantescas nubes de gas en otras galaxias con alta resolución y de manera efectiva en cuanto a costos", explica el coautor Jo*o Alves. "Saber cómo se forman y desarrollan estas gigantescas nubes es comprender cómo se forman las estrellas en las galaxias".

Observaciones previas han revelado que un agujero negro súper masivo merodea dentro de Centaurus A. Su masa es unas 200 millones de veces la masa de nuestro Sol, o es 50 veces más masivo que el agujero negro que está en el centro de nuestra Vía Láctea. En contraste a nuestra propia galaxia, el agujero negro súper masivo en Centaurus A está continuamente siendo alimentado por material que cae en él, haciendo muy activa a la galaxia gigante. Centaurus A es, de hecho, una de las fuentes de radio más brillantes en el cielo (de ahí la "A" en su nombre).