MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
El sistema de lenguaje tamborileado del pueblo Bora del Noroeste del Amazonas no solo reproduce la melodía de las palabras y oraciones en este idioma en peligro, sino también su ritmo.
Esto sugiere que el papel crucial del ritmo lingüístico en el procesamiento del lenguaje ha sido subestimado, concluye una investigación internacional de lingüistas.
La voz humana puede producir señales acústicas ricas y variadas para transmitir información. Normalmente, esta transmisión solo tiene un alcance de aproximadamente 200 metros. Los Boras, un grupo indígena de unos 1.500 miembros que residen en pequeñas comunidades en la selva amazónica de Colombia y Perú, pueden ampliar este rango en un factor de 100 al emular las frases de Bora en secuencias de golpes de tambor.
Los Boras hacen esto con tambores manguaré, pares de tambores de madera cortados tradicionalmente a partir de troncos de dos metros a través de la quema. Cada tambor puede producir dos tonos, un par de cuatro en total.
Los Boras usan tambores manguaré de dos maneras. Uno es el "modo musical", que se utiliza para realizar secuencias de batería memorizadas con poca o ninguna variación como parte de los rituales y festivales. El otro es el "modo de hablar", que se utiliza para transmitir mensajes relativamente informales y anuncios públicos.
"Por ejemplo, el manguaré se usa para pedirle a alguien que traiga algo o que venga a hacer algo, para anunciar el resultado de competiciones de consumo de bebidas alcohólicas o la llegada de visitantes", dice Seifart del antiguo Departamento de Lingüística del Instituto Max Planck. para Antropología Evolutiva, donde se realizó la mayor parte del trabajo. "En este modelo, solo se usan dos tonos, y cada tiempo corresponde a una sílaba de la correspondiente frase de Bora hablado. Los anuncios contienen en promedio 15 palabras y 60 golpes de tambor".
Los Boras usan tambores Bora para imitar el tono y el ritmo de su lenguaje hablado y para elaborar frases de Bora con el fin de superar las ambigüedades restantes. "El ritmo resulta crucial para distinguir palabras en Bora tamborileado", dice Seifart, cuyo trabajo se publica en Royal Society Open Science.
"Hay cuatro unidades rítmicas codificadas en la duración de las pausas entre compás. Estas unidades corresponden a intervalos de vocal a vocal con diferentes números de consonantes y longitudes de vocales. Los dos tonos fonológicos representados en el habla percusionada codifican solo unos pocos contrastes léxicos. Por lo tanto, parece contribuir de manera crucial a la inteligibilidad del tambor Bora".
Esto, argumentan los investigadores, proporciona evidencia novedosa del papel de las estructuras rítmicas compuestas por intervalos de vocales a vocales en el rompecabezas complejo relacionado con la redundancia y el carácter distintivo de las características acústicas incrustadas en el habla.