París, 2 de octubre de 2012.- La firma Paco Rabanne ha presentado hoy su colección Primavera/Verano 2013 en el Grand Palais de París.
La historia y la magia de esta Casa fue lo que cautivó inicialmente a Lydia Maurer, nueva directora artística de Paco Rabanne. ¿Qué es lo que despertó esa emoción en la diseñadora? Al estudiar los archivos, quedó cautivada por las bailarinas libres y seductoras que tanto apreciaba Paco Rabanne. Por esos vestidos espectaculares diseñados sobre el propio cuerpo que acompañan el movimiento de la mujer que los lleva. Por el trabajo exigente de la materia, mezcla de trabajo manual y técnica, por los tejidos nobles u ordinarios y por el metal arquitectónico, la artesanía y la experimentación. El ritmo Paco Rabanne, rebelde y potente.
Para su primera colección, la directora artística define a la mujer Paco Rabanne. Una mujer actual de la que emana la indefinible sensualidad de Marisa Berenson y de Anita Pallenberg, dos grandes figuras de la Casa de indiscutible modernidad. Lydia Maurer alimenta su imaginación con las fotografías de Guy Bourdin, las compresiones de César, las 'Girlfriends' de Richard Prince y las 'Nues' de Jean Clemmer, así como la magia fascinante de The Doors.
Tras la influencia Seventies, surgen las reminiscencias de la silueta eterna creada por Paco Rabanne. Lydia Maurer destila sus obsesiones y sus cortes extraordinarios en un vestuario renovado donde chaquetas, abrigos, pantalones y accesorios completan el guardarropa icónico. Las construcciones cerfs-volants de abrigos y chaquetas se inspiran libremente en los bocetos de Paco Rabanne dibujados durante sus estudios de arquitectura en 1959. Destacan las típicas hombreras facetadas, los vestidos de construcción geométrica y los cortes que dejan entrever el cuerpo.
Al igual que las líneas, las materias de la colección estructuran las piezas en una arquitectura fluida y llena de gracia: la cota de malla híbrida entre metal y silicona, la serpiente marina de transparencia plástica estampada sobre seda trenzada, o el jersey poliestireno. La artesanía y la tecnología, de las que emana una potente poesía, son la herencia de la Casa.
La placa "69", que más que un signo distintivo es una declaración, da lugar a muchas variantes: reinterpretada en guipur delicado y poético, abollada y martillada, estampada sobre seda técnica, recreada en silicona plegada y deformada como flor exótica.
La silueta, vibrante, se engalana de matices amatista, esmeralda, jade, ópalo y ónix que celebran el universo onírico de la película 'The Inauguration of the pleasure dome' de Kenneth Anger.
Objeto puro de deseo, esta colección de Paco Rabanne eleva el accesorio a rango de adorno para el cuerpo. La sandalia-bota alta de tiras de piel entrelazadas ciñe la pierna con elegancia. Las joyas de burbujas transparentes, diseñadas por el artista Taher Chemerik, adornan las orejas; y circundan los brazos en la versión en metal soldado. Una alianza preciosa de materiales ordinarios, latón y plástico, recubre el busto con una armadura sensual.
Los bolsos "Le 69" de esta temporada Primavera-Verano tienen siempre ese "no sé qué" tan codiciado, dotándose al mismo tiempo de detalles más funcionales -forro, cremallera, ligereza- creados para una mujer Rabanne de su época, una mujer de hoy, actual.
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Raquel Puentes.
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