VALENCIA, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto de Ciencia Molecular de la Universitat de València (UV), dirigidos por el doctor Hendrik Bolink y por el profesor Enrique Ortí, en colaboración con un equipo de la Universidad de Basel (Suiza) que dirige el profesor Ed Constable, trabajan en una tecnología futurista donde la luz proviene de dispositivos emisores de luz "tan delgados como una hoja de papel", colgados de la pared. Un "sueño" en el que recientemente han realizado un "gran avance", dentro del proyecto 'Heteromolmat', subvencionado por la Unión Europea, y del proyecto CONSOLIDER-INGENIO 2010 en Nanociencia Molecular, coordinado por el profesor Eugenio Coronado.
A través de esta iniciativa, los investigadores han desarrollado un nuevo tipo de dispositivos emisores de luz (LECs o 'light-emitting electrochemical cells'), que tienen una "alta eficiencia y un tiempo de vida largo". Los LECs "pueden llegar a ser significativamente más baratos y estables que los diodos emisores de luz orgánicos u OLEDs", la tecnología más investigada actualmente, según informaron en un comunicado fuentes de la institución académica valenciana.
Un LEC es esencialmente un "sandwich" de dos electrodos con una película muy fina de un complejo metálico fosforescente entre ellos. Al aplicar un campo eléctrico, los portadores de carga viajan a través de la capa que contiene el complejo metálico recombinándose para dar luz, explicaron.
Según el doctor Bolink, este tipo de dispositivos es conocido desde hace algunos años, pero su tiempo de vida se limitaba a menos de 100 horas. Los equipos de investigación implicados han utilizado conceptos químicos simples para incrementar la estabilidad de las especies electrogeneradas y obtener dispositivos con tiempos de vida que superan las 5000 horas. El esfuerzo de estos equipos se centra actualmente en incrementar la eficiencia de los dispositivos --la cantidad de luz emitida-- y modular el color de dicha luz.
