El acusado de parricidio de Godella dice que su pareja le confesó: "No pasa nada, los he matado pero los puedes renacer"

Los dos acusados, en los extremos de la imagen
Los dos acusados, en los extremos de la imagen - JORGE GIL/EUROPA PRESS
Publicado: lunes, 31 mayo 2021 20:46

VALNCIA, 31 May. (EUROPA PRESS) -

Gabriel, el padre acusado de asesinar junto a su pareja a sus dos hijos en la localidad valenciana de Godella en marzo de 2019, ha declarado este lunes ante un jurado popular que, tras encontrar restos de sangre en el jardín mientras buscaba a los niños, le preguntó a María qué había pasado y ella le replicó: "No pasa nada, los he matado, pero los puedes hacer renacer". "Lo tengo grabado en la mente", ha afirmado.

Los dos acusados se han sentado este lunes en el banquillo en la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Valncia, acusados de asesinar a sus dos hijos, Amiel, de tres años y medio, e Ixchel, de apenas seis meses, en un ritual practicado en una casa de campo en Godella.

El fiscal pide para el padre 50 años de cárcel por dos delitos de asesinato con la circunstancia agravante de parentesco, mientras que para la mujer, María, solicita una medida de internamiento al apreciar la eximente completa de anomalía psíquica ya que, en el momento de los hechos, sufría una esquizofrenia de tipo paranoide, que se encontraba en fase de brote agudo y que anulaba las bases psicobiológicas de su inteligencia y voluntad.

Gabriel ha prestado declaración durante dos horas y media, de la que se ha ausentado por propia voluntad su pareja y acusada, y continuará testificando este martes. Durante la declaración, ha contado que esa noche se acostó con el niño en la cama y se quedó dormido y María se quedó con la niña fuera en el sofá. A preguntas del fiscal de si en una casa tan pequeña no se enteró de que ella cogió a la niña, se la llevó a la piscina y volvió a entrar a por el niño, ha asegurado: "No, de nada".

Según su relato, se despertó por la mañana porque María se le estaba subiendo encima para tener relaciones sexuales y, al no ver a los niños, comenzó a buscarlos mientras ella le decía que estuviera "tranquilo" que estaban "en un sitio seguro". Ella, que iba desnuda, le guió hasta el cementerio diciéndole cosas "delirantes" como que "tenían que hacer el amor antes de que saliera el sol" y que los "niños estaban en su mente y en su corazón". Entonces, le exigió que le revelara dónde estaban, ella se encerró en casa y, mientras los buscaba por el jardín gritando sus nombres, encontró sangre en las escaleras de la piscina.

Mientras tanto, ella, según ha relatado, le miraba por la ventana con la cara "desencajada" y, al entrar en la habitación, la encontró en la cama descansando. Fue entonces cuando le preguntó qué había hecho con los niños y ella le confesó: "No pasada nada, los he matado, pero los puedes hacer renacer".

Gabriel ha negado que mataran a los niños de común acuerdo con María y ha justificado que no se acuerda de lo que le dijo a la Guardia Civil porque estaba "en estado de schock": "Mi mujer había enloquecido completamente y mis hijos habían desaparecido, no sé qué pasó".

Asimismo, ha negado haber hecho rituales de magia negra ni de purificación de agua con sus hijos y ha afirmado que tampoco creía que existiera una secta que les perseguía ni tampoco que hacían turnos de vigilia por las noches. Respecto a las anotaciones encontradas en una libreta, ha explicado que corresponden a la reproducción que él hizo de "los delirios" de María días antes de los hechos y por los que la llevó al psiquiatra.

AGRESIÓN BRUTAL

Por su parte, la defensa del padre ha pedido la libre absolución ya que asegura que fue la madre quien llevó a los niños fuera de casa mientras él dormía y "sin su conocimiento" los golpeó en la zona de la cabeza. Esta "brutal agresión", ha afirmado, fue lo que causó la muerte de los pequeños y posteriormente procedió a enterrar los cuerpos sin vida en la parcela también "sin conocimiento ni intervención" de su defendido.

Así, ha recalcado al jurado que se trata de un caso "construido exclusivamente con sospechas" y que no se encontrarán más pruebas porque "no las hay" y en ese sentido ha advertido: "No se juzgan las ideas, ni las personas, ni si era un bueno marido, sino los hechos".

Del mismo modo, la abogada de la madre ha pedido la libre absolución de María al afirmar que no ejecutó los actos que le imputa la Fiscalía y que solo procedió a enterrar los cuerpos de sus hijos cuando se los encontró ya sin vida.

En ese sentido, ha pedido al jurado que "no se dejen llevar por las apariencias" porque es "muy fácil" atribuir un hecho "terrible" a "una mente perturbada, pensar que una barbaridad semejante solo puede ser obra de una mente con la capacidad perturbada". Pero, ha recalcado, "porque tuviera un brote no tiene por qué ser la autora, se necesita más de un indicio para probarlo".

Asimismo, la letrada ha aclarado que María "nunca" ha declarado "en ningún sitio", sino que solo hizo unas manifestaciones cuando fue detenida en "estado de absoluta obnubilación y bajo los efectos plenos de brote" y "dijo haber matado a sus hijos como podría haber dicho cualquier otra fantasía".

Por contra, ha definido a Gabriel como una persona "violenta, irascible y altamente manipuladora" hasta el extremo de que separó a María de todos sus amigos y familia para "tenerla en casa y que otras personas no pudieran conminarla" y "no movió un dedo para ayudarla ni a ella ni a sus hijos para ponerlos a salvo viendo el estado en el que se encontraba".