VALENCIA, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, reiteró hoy que "España tiene que repensar el modelo autonómico y fiscal", para lo que ofreció "toda la colaboración". Asimismo, aseguró que se debe cambiar "urgentemente las estructuras económico fiscales del país" y atribuyó la "falta de coordinación" entre las administraciones que tienen competencias en materia fiscal a que "no hay un liderazgo que permita un discurso único".
Camps hizo estas declaraciones durante la inauguración del XXVIII Congreso de la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf), que se celebra desde hoy y hasta el próximo sábado en Valencia. En el acto estuvo acompañado por el presidente de la Aedaf, Juan Carlos López-Hermoso, y el presidente del Consejo Asesor Expansión Actualidad Económica y ex presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe.
El jefe del Consell criticó las medidas fiscales puestas en marcha por el Gobierno porque, adujo, el Ejecutivo "no puede tomar decisiones "en función de la coyuntura sin tener una perspectiva a largo plazo y sin contar con quienes también formamos parte, no solo de la fiscalidad o de la tributación, sino de las decisiones de gasto en el modelo de bienestar".
A su juicio, España necesita "hoy más que nunca, hablar de economía y que las decisiones no estén ligadas a las ideologías" porque "nos estamos jugando el futuro del Estado del Bienestar". Por ello, instó a hablar de ello "con crudeza y realidad, sin tapujos ni demagogia, porque es una cuestión de urgencia nacional"
Apostó por cambiar las "estructuras económico fiscales" y tomar "decisiones valientes que benefician a todos los españoles" porque, apostilló, "España es un estado autonómico, no federal", y los "46 millones de habitantes están esperando decisiones de tipo económico y fiscal para todos, vivan donde vivan".
El presidente de la Aedaf instó a lograr un "pacto serio" entre agentes sociales, sociedad civil y partidos políticos, además de "redefinir" el estado de bienestar autonómico y "reducir el tamaño de las administraciones públicas" para que no se solapen las competencias; bajar el gasto corriente; invertir en infraestructuras que activen la economía y dotar de renta disponible de los ciudadanos para incrementar la demanda porque, de lo contrario, --auguró-- "no saldremos de la crisis y nos quedaremos instalados cinco o diez años en una especie de encefalograma plano".
Así, comentó que el "problema" de la economía española es el déficit público. Según explicó, tras un largo periodo de prosperidad, "los ingresos, de naturaleza coyuntural, que obtenía el Estado se dispararon y se consideraron permanentes, por lo que el gasto se acomodó a la recaudación". Esto da como resultado "unas cuentas públicas en desequilibrio permanente", apostilló.
En esta línea, auguró que el paro se mantendrá por encima del 15 por ciento durante los próximos dos años y que los ingresos no experimentarán aumentos "sustanciales" mientras la actividad económica no empiece a crecer "sensiblemente" por encima del 2 por ciento. De hecho, apuntó que aunque la recesión acabase, el empleo volviera a una tasa del 8 por ciento y el crecimiento económico al 2%, todavía habría un déficit del 3 o 4 por ciento del PIB, lo que supondría "un déficit estructural permanente que --aseguró-- no responde al momento coyuntural y no se solucionará por mucho que se inicie la recuperación económica en 2010".
"CONDENADA AL DÉFICIT"
De esta forma, auguró que la economía española, "sin el concurso del sector de la construcción y con un elevado paro, está condenada a convivir con un acusado déficit durante años, con lo que pasará a tener una deuda superior al 75 por ciento del PIB a finales de 2012".
La financiación de dicha deuda a través de la "tibia" subida de impuestos puede "comprometer la recuperación económica", comentó López-Hermoso, quien explicó, en este sentido, que los 10.000 millones de euros que el Estado prevé ingresar por los impustos no servirán para cerrar la "brecha financiera" ni para dar confianza para atraer inversión exterior.
Por ello, consideró que es necesario un plan de sostenibilidad financiera a medio plazo que incluya una "profunda" reforma estructural, tanto del gasto público como del sistema tributario, que deberá contar, además, con el acuerdo de todas las administraciones autonómicas y locales. Al respecto, manifestó que la crisis "debe ser una oportunidad para devolver la racionalidad fiscal al Estado".
Preguntado por la nueva legislación que permitirá incrementar los impuestos a futbolistas extranjeros del 24 al 43 por ciento, consideró que se trata de un "detalle insignificante que oculta la realidad" del déficit público, el cual "no lo arregla el hecho de que Ronaldo pague o no". Asimismo, matizó que esa medida no se ha discutido por ningún Gobierno porque la intención de los tributos hasta ahora era "atraer capital intelectual". Por ello indicó que, como no se pueden hacer leyes para casos específicos, si "hay determinados deportistas que se pueden aprovechar, no es el debate, es ridículo".
"PRESTIGIO SOCIAL"
Por su parte, Manuel Conthe, durante la conferencia inaugural, defendió que el pago de impuestos debería considerarse como una especie de "prestigio social", para lo que propuso que se incluya en las memorias de Responsabilidad Social Corporativa de las empresas el dinero que se destina a los tributos y que la Casa Real reciba en audiencia a las personas que hayan pagado más impuestos en términos absolutos mediante el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF).