El cardenal Cañizares desea un 2015 de paz, "libre de odio, de violencia, de destrucción de vidas humanas y de todo mal"

El cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, en imagen de archivo.
AVAN/V.GUTIÉRREZ
Actualizado: viernes, 2 enero 2015 13:38

VALENCIA, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha felicitado el Año Nuevo a la diócesis y ha deseado un 2015 de paz, en el que Dios "libre de todo odio, de toda violencia, de toda destrucción de vidas humanas, de todo mal que se oponga a la paz" y "conceda aquella paz que sólo El mismo puede dar".

En un saludo con motivo del nuevo año, remitido por el Arzobispado, afirma que desearía "poder cruzar el umbral de todas las casas, especialmente en las que la enfermedad, el sufrimiento, la pobreza, el dolor o la soledad dejan sentir su peso, y llevar a todos una palabra de consuelo, de fortaleza y de esperanza".

A su juicio, la felicidad "es inseparable de la paz" y, por tanto, "no es posible un deseo más fundamental que éste", que "la plenitud de la paz, radicada en la reconciliación con Dios mismo y en el favor con que Él nos colma, la paz interior que comparten los hermanos mediante el amor y la comunicación fraterna", a lo que agrega que "el mundo por sí solo no puede dar esta paz".

Por este motivo, pide a Dios la paz "para el mundo, para todos los hombres, para todos los pueblos y naciones, para los pueblos que no la tienen, como Siria, Irak y tantos otros donde la violencia y la intransigencia se muestran con una crueldad sin nombre". "¡Que este nuevo año sea año de paz, para que los hombres y los pueblos puedan vivir en la verdadera libertad de los hijos de Dios!", agrega.

El cardenal señala que, al inicio de 2015, "las necesidades y problemas, proyectos y empresas, anhelos e ilusiones, esperanzas y temores se agolpan" y los "hombres de fe" sienten la "necesidad de suplicar la ayuda y el favor de Dios" sobre "todos y cada uno de los hombres, sobre la sociedad y sobre la Iglesia", así como sobre "familias y pueblos con sus dificultades, expectativas e inquietudes".

"INGENTE TAREA DE EVANGELIZAR A LOS POBRES"

"Necesitamos el auxilio y el favor de Dios ante los problemas de la paz en el mundo, tan rota y amenazada en tantos sitios", agrega Cañizares, quien apela a la ayuda divina "ante la ingente tarea de evangelizar a los pobres" que les "apremia".

Igualmente, pide "la fuerza y la sabiduría de lo alto para ayudar a que los hombres crean". "Confesamos que sin Dios nada podemos hacer, que todas nuestras empresas nos las realiza Él, que nada verdaderamente digno podríamos llevar a cabo si no contamos con su amor y su gracia, que todo bien es don suyo, que lo más preciado como es la vida, la salud y la dicha son dones de su amor", agrega.

El cardenal Cañizares pide asimismo que "se haga su voluntad", que "es benevolencia, amor, salvación, misericordia, gracia y vida", y que "Él su designio de paz y no de aflicción, de amor y felicidad, de conversión y redención, de luz y de verdad para todo hombre que viene o está en este mundo".

"NO CESEMOS DE ORAR"

De cara al nuevo año, habla de un "tiempo de oración": "Todos debemos orar. Sin la oración nada podemos hacer, porque nada podemos llevar a cabo sin Dios. Todos necesitamos volver al Señor, encontrarnos con Él, escucharle, tratar con Él, familiarizarnos con su querer, conocerle más y mejor, vivir la experiencia de su amor y de su cercanía, gozar de su gracia, para hacer y acoger su voluntad que es con mucho lo mejor". "No cesemos de orar", recalca.

Al respecto, el cardenal asegura que "es preciso, absolutamente necesario, como nos dice Jesús, 'orar en todo tiempo y sin desfallecer'". "Necesitamos orar para acercarnos al hombre, a todo hombre. Es la oración la garantía de la recuperación de lo humano, que sólo en Dios encuentra su fundamento y su verdad. Con mi afecto y bendición para todos", concluye.

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