CASTELLON, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Premio del Consejo Social de la Universitat Jaume I en la categoría de 'Trabajo de investigación' ha recaído en una teoría para el reconocimiento de formas que aplicada a la industria cerámica permite crear un robot capaz de montar las teselas de un mosaico, mientras que en la categoría de 'Resultados de I+D+i' el galardón ha sido para un sensor de humedad de la tierra diseñado para mejorar el control del riego y reducir así el consumo de agua. Las dos modalidades están dotadas con 10.000 euros cada una, estando previsto que la entrega de premios se celebre el 23 de febrero de 2007 con motivo de la Fiesta de la Universidad, según informaron fuentes de la UJI en un comunicado.
El VIII Premio de Investigación del Consejo Social en la modalidad de 'Trabajo de investigación' ha sido para el estudio Teoría cualitativa de representación de formas. Aplicación a la Industria por su especial calificación técnica, originalidad y capacidad innovadora y de generación de riqueza en el desarrollo económico-social de la provincia de Castellón. La profesora de la UJI Lledó Museros Cabedo es la responsable de la teoría de reconocimiento de formas que ha sido aplicada, en una vertiente industrial, para el ensamblaje automático e inteligente de mosaicos cerámicos.
La aplicación desarrollada reconoce las teselas individuales de fotografías, representando teselas que vienen sobre una cinta transportadora, frente a las piezas cerámicas de un diseño vectorial de un mosaico. De este modo, la aplicación devuelve la posición de las teselas reales en el mosaico junto con el ángulo que un brazo manipulador debe realizar para coger la tesela desde su centroide y colocarla en la orientación correcta en el mosaico final.
En el caso del VIII Premio en la modalidad de 'Resultados de I+D+i', los autores del proyecto ganador han sido los profesores de la UJI Juan Bisquert Mascarell, Germán García Belmonte y Francisco Fabregat Santiago. El jurado ha premiado el Sensor de humedad de la tierra para el control del riego por su capacidad innovadora, originalidad, aplicabilidad práctica y repercusión económica, ya que hasta el momento no existía en el mercado un método estándar, fiable y viable económicamente que analizara la disponibilidad de agua en el suelo para las plantas y controlara su suministro.
Lo innovador del sensor radica en el modo en que utiliza un material electroactivo (un vidrio recubierto con una capa nanométrica de conductor transparente) muy resistente a las condiciones agresivas del suelo, barato y con una técnica de medición relativamente sencilla. La invención se publicó en una de las revistas científicas más importantes, Applied Physics Letters, y recibió elogios de relevantes forums científicos. El sensor, patentado por la UJI, permitirá aumentar de forma notable la eficiencia del uso del agua en el campo y también en jardines, campos de golf, etcétera, según dichas fuentes.