IVC aboga por quitar el "miedo" a programar danza con "espectáculos de transición", didáctica y políticas para crear un público amplio
VALENCIA, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Festival de Danza en Espacios Urbanos y No Convencionales, 'Circuito Bucles 2017' se convierte desde este año en un certamen itinerante de carácter anual que irá recorriendo distintos barrios de València. En esta edición, ocupará plazas, azoteas y todo tipo de locales de Benimaclet, donde llevará más 150 intérpretes, creadores, coreógrafos emergentes y profesionales; 40 actuaciones de danza contemporánea y española, 12 espectáculos y talleres para niños, tres workshops para bailarines, dos películas premiadas sobre danza y tres actuaciones de música.
El certamen, que se celebrará del 21 al 29 de octubre, se muda así del barrio de Ruzafa que le vio nacer y alcanza su V edición, la "más ambiciosa" tanto cualitativa como cuantitativamente, ha resaltado este martes su directora, Isabela Alfaro, en rueda de prensa junto al director del Consorci de Museus y Centre del Carme, José Luis Pérez Pont; el director de Artes Escénicas del Institut Valencià de Cultura (IVC), Roberto García; y la jefa de sección de recursos culturales del Ayuntamiento, Mónica Espílez.
Tras cuatro años, Circuito Bucles "se consolida" como uno de los festivales urbanos más importantes de la ciudad, ha asegurado Alfaro, quien ha agradecido el apoyo de las instituciones cuyas aportaciones permitirán "por primera vez" a los intérpretes cobrar un modesto caché, que se sumará al porcentaje de taquilla que ya se llevaban en ediciones anteriores.
En concreto, la Generalitat aporta 13.000 euros (10.000 en 2016), el Ayuntamiento de València 9.000 (3.000 en 2016) y el INAEM, que hasta ahora no había aportado nada, pone 3.000 euros. Desde el entorno privado cerveza Alhambra patrocina el evento.
El objetivo de Bucles, ha explicado Alfaro, "es integrar la danza en la sociedad a través de la exhibición de piezas de pequeño formato y duración en espacios no convencionales" y servir de "plataforma de exhibición de compañías emergentes y profesionales, y de nuevos creadores e intérpretes valencianos, en espacios que sirven de experimentación abierta al intercambio y el diálogo de diferentes disciplinas artísticas entorno a la danza".
Además de actuaciones gratuitas en la plaza del barrio, se harán representaciones a "precios populares", de entre 5 y 10 euros, en locales comerciales, estudios, una guardería, un patio interior, un teatro e incluso en la azotea de un edificio o en la línea 6 de la EMT, cuyos viajeros podrán disfrutar el lunes 23 de octubre de varias actuaciones de la bailarina Eva Bertomeu.
La fiesta de inauguración será el sábado 21 de octubre en Las Naves, donde ser reunirán hasta cinco colectivos y compañías de danza.
SIETE MODALIDADES CREATIVAS
Esta nueva edición del festival estará estructurada bajo siete modalidades creativas: 'Bucle', creaciones de cualquier estilo de danza con una duración entre los 20 y 30 minutos; 'Bucle al Carrer', creaciones de 20 a 30 minutos destinadas a espacios urbanos; 'Minibucles', danza de pequeño formato de jóvenes artistas emergentes valencianos; 'Tacón y Bucle, creaciones de danza española o flamenco; 'Nanobucle', modalidad de pequeño formato, de 20 a 30 minutos, dirigidas a un público infantil y familiar; 'Extrabucle', creaciones de cualquier estilo de danza de mayor formato con duración superior a 35 minutos y 'Satélite Bucles', sección de actividades paralelas centrada en talleres y en formación con propuestas de todo tipo.
Entre los participantes, cinco compañías de primer nivel que encabezan la programación, entre las que destacan Lali Ayguade Company, nominada en 2010 como bailarina excepcional de los Premios de Crítica de Londres. En el 2003 entró en la compañía Akram Khan, en 2012 creó el trio 'Little Me' con el bailarín coreano Young Jin Kim y el acróbata Joan Català, y también es actriz protagonista en 'Timecode', nominado al Mejor Corto de Ficción este año 2017.
Encabezan también la programación en danza contemporánea Lucio A. Baglivo, LAB, actor, bailarín, profesor de danza y director/coreógrafo; Chey Jurado, bailarín y coreógrafo que comenzó su carrera de forma autodidacta en estilos urbanos como el breakdance; o Asunción de Martos y Marta Sol, cabezas de cartel en danza española.
El festival propone espacios alternativos de programación en los que la danza en general, y las creaciones coreográficas de artistas emergentes en particular, se vuelven protagonistas y permiten al espectador acercarse y disfrutar de ellas desde una visión diferente. En su quinta edición, continúa con nuevas fórmulas de intervención dancística en la ciudad de València, para amateurs, profesional y el público en general participen.
"RESISTENCIA Y EFERVESCENCIA" DE LA DANZA VALENCIANA
Por su parte, el director adjunto de Artes Escénicas del Institut Valencià de Cultura (IVC), Roberto García, ha recordado que la danza valenciana viene de una "larga travesía por el desierto" por años de "políticas hechas de espaldas a los profesionales y al público". Sin embargo, frente a ese panorama, la danza valenciana se caracteriza por su espíritu de "resistencia", "surge la cultura de base con festivales innovadores y reivindicativos" que se convierten en "ventanas abiertas para el sector".
Así mismo ha abogado por políticas dirigidas a "crear un público amplio y diverso" para la danza que ponga fin a su "endogamia". Se trata de "llevar la danza a la gente" como hace este festival, ha apuntado.
En su opinión, la danza valenciana vive un momento de "gran efervescencia desde con un importante tejido de coreógrafos y bailarines desde hace cuarenta años" y ha confiado en que en el futuro, la danza "se normalice".
Para ello, ha explicado que desde el IVC se quiere crear un "núcleo duro de poblaciones" que no programen solo una compañía valenciana, sino dos o tres y desde el IVC apoyar esa programación extra. La idea es "poner las bases para que esa efervescencia creativa no se quede en un hecho aislado".
De este modo, García ha abogado por "crear público para la danza" para combatir el "talante algo conservador de algunos programadores que creen que la danza contemporánea no tiene público" y trabajar en una "línea didáctica y en espectáculos de transición para luego incorporar propuestas más arriesgadas".
