Condenado a 5 años de cárcel un hombre que disparó dos veces contra un compañero de trabajo en Alicante

Actualizado: jueves, 11 junio 2009 15:57

Al condenado le fueron intervenidas del mismo arma balas a las que había ahuecado la punta, para conseguir un mayor efecto mortífero

ALICANTE, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

La sección primera de la Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a un hombre de 49 años a una pena de cinco años de prisión como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa, por disparar dos veces contra un compañero de trabajo, al que no llegó a herir, con el propósito de "venganza o de darle un escarmiento movido por su animosidad".

El tribunal considera probado que, sobre las 7.50 horas del 8 de marzo de 2007, el ahora condenado, identificado como Francisco Z.M., se encontraba sentado en su coche en el aparcamiento de la empresa en la agresor y víctima trabajaban, en el polígono industrial 'Pla de la Vallonga' de Alicante, con una pistola semiautomática de 9 mmP de calibre, para la cual tenía licencia para concurso de tiro, con dos cargadores cargados con munición.

La víctima aparcó al lado izquierdo del acusado con su coche, y al bajarse del turismo se percató de que Francisco Z.M. cogía algo del interior del vehículo y sin cruzar palabra salía de él con una pistola. Por ello, echó a correr hacia el interior de la empresa y escuchó dos detonaciones, y de reojo, vio al acusado apostado junto a una esquina apuntándole con la pistola.

Una vez dentro de la nave, la víctima subió a la oficina del piso alto del taller donde se encontraban el dueño de la empresa y otro empleado, que habían escuchado dos golpes secos, y asustado les contó lo que le había ocurrido, por lo que procedieron a llamar a la Policía.

Mientras tanto, Francisco Z.M. buscó por el suelo los casquillos de los disparos efectuados, en el lugar en el que calculó debían haber caído, y los guardó, según recoge la sentencia.

Por su parte, el jefe de la empresa bajó y salió al exterior de la nave, donde encontró al agresor mirando por el suelo, con la pistola en la mano, y para calmar la situación, se subió con él en el turismo del acusado.

A continuación, el jefe le pidió que le entregara el arma y el cargador y fueron los dos a una zona descampada junto al campo de tiro olímpico, donde llegó la policía y detuvo al procesado. haciéndose cargo de la pistola, munición y cargadores quellevaba y de los dos casquillos percutidos que había encontrado el autor de los disparos.

Uno de los cartuchos disparados por Francisco Z.M., impactó contra el muro de otra nave industrial perpendicular a la posición en que se encontraba el acusado cuando efectuó los disparos, que distaba unos setenta metros, perteneciente a otra empresa, y dejó una marca a una altura de 1,20 metros del plano del suelo.

BALAS MANIPULADAS

El tribunal considera que el acusado tenía intención de matar a la víctima, dado que "utilizó un arma mortífera, como es el arma de alta precisión de la que el acusado era experto en su uso", y disparó "a una distancia lo suficientemente próxima para que pudiera acertar en el blanco".

Además, remarca el escrito condenatorio que el disparo definido por el impacto descubierto, tenía una trayectoria que coincidía con la situación en la que corría la víctima, a la que, de no haber errado el tiro, es presumible que habría alcanzado a partes anatómicas del agredido, que contienen los órganos vitales, entre cintura y cuello.

De igual modo, el tribunal observa que entre los proyectiles que llevaba el acusado, había unos pocos manipulados a los que les había ahuecado la punta, que los convertían en productos prohibidos, ya que producen mayor efecto mortífero, puesto que estallan y se abrencomo unas flor al impactar contra el cuerpo.

Entre la víctima y el agresor se considera también probado que existían desavenencias desde tiempo atrás, y que habían protagonizado una pelea a golpes unos pocos días antes, lo que en su opinión "denota un propósito de venganza o de darle un escarmiento movido por su animosidad".

Por estos hechos, la Sección Primera de la Audiencia Provincial estima que Francisco Z.M. es autor criminalmente responsable de un delito de homicidio en grado de tentativa, por lo que lo condena a una pena de cinco años de prisión, con accesoria de inhabilitación especial de derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, así como al pago de las costas del juicio.