Confirman 23 meses de cárcel a un hombre por acosar y amenazar a su expareja a la que llamó hasta 64 veces algunos días

Un acusado de robar y matar a una anciana en su vivienda de La Llosa (Castellón) dice que solo quería dormirla
EUROPA PRESS/ARCHIVO
Publicado: viernes, 17 mayo 2019 19:09

CASTELLÓ, 17 May. (EUROPA PRESS) -

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha desestimado un recurso a una sentencia dictada por el juzgado de lo penal número 4 que condena a un hombre a 23 meses de prisión por acosar y amenazar a su expareja, a la que llegó a hacer 64 llamadas algunos días.

Así, la sala confirma para el procesado 8 meses de prisión por amenazas, otros 8 meses por acoso y 7 meses más por un delito de maltrato de obra. Además, el acusado no podrá aproximarse a la víctima a menos de 200 metros y ni comunicar con ella por un periodo de 4 años y medio.

La sentencia recurrida declaró probado que el acusado, que mantuvo una corta relación sentimental con su expareja, desde diciembre de 2016 hasta el 10 de julio de 2017, una vez ella le comunicó su decisión de dejar la relación al estar conociendo a otro chico, comenzó a llamarla continuamente para pedirle explicaciones, realizándose una media de entre seis y diez llamadas telefónicas diarias, que llegaron algunos días hasta las sesenta y cuatro.

El acusado pedía a la mujer cuando ella descolgaba el teléfono que volviera con él, y le decía que la quería. Así mismo, el procesado
le envió numerosos mensajes de texto, primero por Facebook y después por whatsapp y, posteriormente, al bloquearle en dicha aplicación, mensajes de SMS, algunos de ellos con la finalidad de amedrentarla e infundirle temor.

Entre los meses de febrero y marzo de 2017, cuando la víctima circulaba por la localidad de Cabanes, el acusado se acercó a su vehículo, se puso en paralelo, tocó la ventanilla del coche e intentó abrir la puerta, pidiéndole que le abriera y diciéndole que sólo quería habla con ella.

Además, según la sentencia, en mayo de 2017, el acusado acudió al domicilio de la mujer e insistió en verla para hablar, a lo que aquélla se negaba, sin querer salir de su habitación, hasta que finalmente lo hizo. El procesado la sujetó fuertemente con la intención de besarla, pese a su oposición, de modo que le rompió una uña.

Así mismo, en otras ocasiones, desde enero de 2017 hasta la actualidad, cuando la ha visto en compañía del otro chico por la calle, la ha seguido e, incluso, la ha esperado a que saliera de algún bar.