El González Martí invierte 3,5 millones en los últimos años en obras relevantes para su exposición permanente

Coll destacado tres reuniones en los últimos dos meses sobre la segunda fase de ampliación

Museo de Ceràmica Gonzále Martí
MUSEO GONZÁLEZ MARTÍ
Europa Press C. Valenciana
Actualizado: jueves, 27 febrero 2014 16:10

VALENCIA, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Museo Nacional de Cerámica 'González Martí' ha invertido en los últimos años 3,5 millones de euros en adquisiciones para la selección de obras relevantes con destino a la exposición permanente. Asimismo, ha destinado otros tres millones en inversiones en conservación preventiva de inmuebles y restauración de colecciones, según los datos ofrecidos este jueves por el director del espacio, Jaume Coll, quien ha presentado a los medios el nuevo servicio de visitas guiadas a cargo de voluntarios.

Así, desde 2007 y hasta la fecha han ingresado en el museo la colección Egner de 1.600 piezas de cerámica contemporánea, de la que se ofrecen selecciones temáticas temporales en las vitrinas de la sala de carrozas; piezas de loza dorada del siglo XV; un panel de cocina del siglo XVIII; la colección Laia-Bosch de cerámica de Alcora (2008); la obra de Arcadi Blasco Muros para defenderse del miedo de 1978; una colección de 900 piezas de loza estampada de la fábrica La Amistad de Cartagena; tres piezas de Llorens Artigas; un conjunto de azulejos diseñados por Dalí o los abanicos de la familia Rincón de Arellano, que se presentará este año en una exposición temporal.

Estas adquisiciones ha obligado a una remodelación de la exposición permanente, en la que se han añadido unas vitrinas en la sala de la cerámica mudéjar para presentar las piezas de loza dorada de Manises (del siglo XV) que ingresaron en los fondos del museo en 2011.

En este sentido, Coll ha explicado que únicamente el 12 por ciento de los fondos del museo está expuesto, una cifra que se pretende aumentar cuando se acometa la segunda fase de ampliación del espacio con la adecuación del edificio 'González Martí'. El responsable del centro ha apuntado al respecto que la gerencia de Infraestructuras del Ministerio tiene una encomienda y "está en ello" y, de hecho, ha indicado que en los últimos dos meses se han mantenido tres reuniones para ello.

Esta parte es la que se tiene que reformar para adecuar el espacio a la colección de cerámica del centro, que no dispone de zona amplias para mostrar piezas como ocho grandes pavimentos de los siglos XVII y XIX, que necesitarían salas de 80 metros cuadrados cada una. De hecho, estas piezas solamente se han exhibido fuera de España, la última vez, una de ellas en Lisboa, mientras que ha viajado a muestras en Lisboa, Nueva York y Dallas. Otra de las últimas adquisiciones del centro ha sido una capilla completa con escenas de San Pedro, del siglo XVIII.

El director del González Martí ha indicado que es un edificio "complejo" que requiere de una reforma del nivel de protección ya que es un Bien de Interés Cultural por "imperativo legal" al albergar un museo nacional, por lo que precisa un plan especial.

Con la segunda fase de ampliación, la exposición permanente de cerámica ofrecerá entonces un "doble recorrido": el tradicional con una selección de las piezas "más significativas", y una galería paralela con el resto de piezas a modo de almacén visitable orientado a "público más especialista".

NUEVOS SERVICIOS

El Museo Nacional de Cerámica ha mejorado diversos aspectos relativos al área de acogida al público y a la exposición permanente En el primer caso, cuenta desde diciembre con un nuevo servicio de monitores culturales que ofrecen información en distintos idiomas sobre los contenidos de la exposición permanente, sin reserva previa.

Este servicio permite ofrecer recorridos en castellano, valenciano, inglés, francés, italiano y alemán a visitantes individuales o a grupos "de forma flexible", combinando la visita autónoma con la visita guiada a determinadas salas o áreas del museo. De esta forma se da servicio a cerca del 70 por ciento del público visitante total, que viene sin visita concertada.

Además se han acometido algunas reformas para mejorar la calidad de la visita. Por un parte, el guardarropía antiguo ha dado paso a unas taquillas de libre servicio para el visitante, tanto individual como en grupo. En la segunda planta de la exposición permanente, se han dispuesto unos sistemas de seguridad en dos puntos, la sala de los socarrats y la cocina, para reducir el personal de vigilancia en sala.

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