VALENCIA, 20 May. (EUROPA PRESS) -
La escritora valenciana Laura Gallego celebró hoy la "suerte" que tienen las nuevas generaciones de lectores al poder encontrar literatura fantástica de un modo "generalizado" y "normalizado", ya que se trata de un género que comenzó a penetrar "tarde" en España, entre los años 80-90, coincidiendo con la 'Guerra de las Galaxias', los juegos de rol o la 'Historia Interminable', y que durante un tiempo se redujo a ciertos círculos a los que les resultaba "difícil" encontrar algunas publicaciones.
Gallego, que se pronunció en estos términos durante la presentación en Valencia de su nueva novela 'Alas negras', como segunda parte de su ya éxito 'Alas de fuego', destacó cómo los jóvenes de ahora "crecen con sagas como la de Harry Potter y tienen la literatura fantástica disponible de forma común". De hecho, "la literatura juvenil se está viniendo mucho a la fantasía", y los autores españoles están empezando a escribir en este género, advirtió.
Sin embargo, hace unos años, gran parte de este tipo de novelas estaban "descatalogadas" en España, cosa que no pasaba en los países anglosajones y resto de Europa donde siempre ha habido "tradición" fantástica. No obstante, en los últimos años se han extendido el género, cosa que Gallego agradeció a la "globalización".
La autora defendió la ficción como un modo de "complementar la realidad" explorando las posibilidades que ofrecen otros mundos y en este sentido, recordó que "la fantasía ha servido para realizar después grandes descubrimientos científicos", véase el caso de Julio Verne, ejemplificó. Además, "fantasear e imaginar es algo intrínsecamente humano", agregó.
Con esta nueva novela, editada junto a una re-edición en tapa dura de la primera parte, Gallego aseguró haber "ganado lectores" hasta estar haber "sobrepasado los cálculos". Tanto es así, que en menos de un mes ha vendido unos 30.000 ejemplares de la re-edición de 'Álas de Fuego' y unos 20.000 de su nuevo libro 'Alas Negras', y se ha encargado otra reimpresión.
La escritora destacó que su nueva novela cuenta una "historia propia" pese a ser una segunda parte. La trama profundiza en en el mundo imaginario creado en la primera parte, para desarrollar más personajes antes secundarios y seres fantásticos, cuyas historias se entrelazan con la de la protagonista, el ángel 'Ariel'. De este modo, 'Alas negras' resulta "mucho más coral" que su primera parte, señaló la autora.
Asimismo, resaltó el tira y afloja que existe entre el bien y el mal a lo largo del libro, pero fundamentalmente "dentro del personaje protagonista, --Ariel--, en su búsqueda de la propia identidad", desde el ser inmaculado que es en un principio, pasando por el ser perverso en que se convierte tras sufrir lo indecible y hasta recuperarse y encontrar un "equilibrio", apuntó.
Laura Gallego, que expresó un gran "respeto" por sus lectores --que abarcan todo tipo de perfiles y edades-- y por sus críticas constructivas, afirmó que escribe lo ella que quiere, lo que a ella le gustaría leer. Así, afirmó que cuenta lo que quiere contar de la mejor forma que sabe pero no lo que quieren oír, puesto que entonces sería "predecible" y sus los lectores no se sentirían "sorprendidos", indicó.
PRÓXIMOS TRABAJOS
Laura Gallego desveló que su próximo trabajo cambiará de registro y dejará de lado la fantasía para probar con el género realista. Así, la Gallego avanzó que en estos momentos escribe una nueva serie, 'Sara y las goleadoras', que narra las peripecias de una chica que quiere jugar al fútbol en su colegio.
Al respecto, la autora valenciana señaló que esta es una "excepción" en su carrera y confió en que volverá a la literatura fantástica. Eso sí, descartó la ciencia ficción, algo para lo que todavía no se siente preparada, confesó.
Asimismo, despejó las esperanzas de sus fans sobre la trilogía 'Memorias de Idhún' y, a pesar de que llevan años pidiéndole una cuarta parte, dijo tener "clarísimo que no va a haberla", sentenció.
Por otra parte, preguntada por si le gustaría ver alguna de sus novelas en la gran pantalla, Gallego manifestó su reparo al respecto, dado que "es difícil contar una historia en dos horas" y teme ir al cine a ver una película basada en un libro suyo y "no reconocerlo". Así, prefirió que "las cosas se queden como están".
