VALENCIA 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
La pareja formada por Paquito D'Rivera y Chano Domínguez serán los encargados de abrir mañana, 8 de julio, los conciertos en la Sala Iturbi de la XIII edición del Festival de Jazz del Palau de la Música, con un recital "único" en el que fusionarán el jazz con el flamenco, el tango,ritmos africanos, boleros y otras influencias, informaron hoy fuentes del auditorio en un comunicado.
Considerado "uno de los diezmejores músicos del mundo" por el propio Wynton Marsalis, con quién ya actuara en el Palau de la Música en 2003, Chano Domínguez tuvo su primer contacto con la música a través de su padre, gran aficionado al flamenco.
A los ocho años, sus padres le regalan su primer instrumento, una guitarra flamenca. De este modo pudo practicar, de forma autodidacta, todo aquello que había escuchado en los discos de música flamenca de su padre, para luego tocar con los amigos del barrio. Chano Domínguez es el primer artista de jazz español que firma por el histórico sello Verve, referente en el mundo del jazz por más de 50 anos.
Por su parte, Paquito D'Rivera comenzó su carrera como niño prodigio, tocando tanto el clarinete como el saxo en la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba y estrenando diversas composiciones clásicas de autores cubanos.
Doctor Honoris Causa por la Berklee School of Music, ha merecido el Lifetime Achievement Award por su contribución a la música latina, junto a Dizzy Gillespie y Gato Barbieri. Ha recibido en total seis Grammy, entre ellos por 'Historia del soldado de Stravinsky', por 'Brazilian Dreams', 'Live at the Blue Note' y 'Portraits of Cuba'. Como compositor muestra gran versatilidad y diversidad de influencias, desde la música afrocubana al dance hall.
La próxima cita del Festival será con el pianista Brad Mehldau, una actuación única, puesto que será el único concierto que de en Españaacompañado de Larry Grenadier, al contrabajo y el batería Jeff Ballard, destacaron las mismas fuentes.
Brad Mehldau es ante todo un gran músico que se crece en las improvisaciones peroque mantiene al mismo tiempo una fascinación profunda por la arquitectura formal de la música, concluyeron.