VALENCIA, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte ha recalcado que el programa de becas universitarias que entrarán en vigor en convocatorias durante 2016 --que incluye ocho modalidades, cuatro de ellas nuevas para estudiantes de la universidad pública y del grado de Veterinaria (sin oferta en centros públicos)-- "atiende a un criterio claro: la igualdad de oportunidades para todas las valencianas y los valencianos que aspiran a tener estudios universitarios y a continuar con sus estudios universitarios".
Fuentes del departamento de Campanar han subrayado que "en los planteamientos del programa de becas universitarias no se estipula la dicotomía universidad pública-universidad privada". "Lo que se estipula es ofrecer recursos a toda la ciudadanía valenciana que, con sus impuestos, ya está pagando un servicio público de estudios no obligatorios cómo es la universidad", agregan.
En la misma línea, señala que el Gobierno valenciano "entiende como igualdad de oportunidades la posibilidad que todo el mundo, independientemente de sus circunstancias económicas, pueda optar, en este caso, a la universidad valenciana".
"El Consell entiende por igualdad de oportunidades la no discriminación. Las desigualdades económicas generan desigualdades sociales y condiciones de privilegios para unas personas frente a otras. Es por eso que el programa que la consejería presenta está enfocado con estas premisas".
Aquí añaden que "los gobiernos tienen que asegurar a la ciudadanía que exista una red pública universitaria de calidad, pagada por todos, a la cual tengan la oportunidad de acceder todos los ciudadanos que lo consideran y, por eso, las razones económicas son el motor de las becas".
Desde el departamento que dirige Vicent Marzà consideran que "el criterio económico en cuestión de ayudas es fundamental". "Para todas las familias valencianas es un esfuerzo importante que los hijos e hijas vayan a la universidad. También para todas aquellas personas independizadas de la familia que aspiran al mismo, no solo por los costes de los estudios, sino por el gasto que supone, generalmente, la vida universitaria cuando hace falta también que el alumno salga de la casa familiar y se desplace en una ciudad a estudiar", observan.
Las ayudas que se proponen son las becas que otorga la Generalitat Valenciana, que por ahora, "lo que hace es el mismo que todas las autonomías del Estado español: ofrecer las becas que convoca al alumnado de la comunidad autónoma en los centros universitarios pagados con los impuestos de la ciudadanía de esa autonomía".
COMPARACIÓN CON LA SANIDAD
En este punto, ponen por ejemplo otra área como es la salud, donde se pone al alcance de la ciudadanía los recursos de la sanidad como servicio público que todo el mundo paga. "Hay una red de sanidad privada a la cual puede optar la persona que la elija si quiere, una red que se utiliza sabiendo que no se subvenciona el servicio, puesto que existe un servicio público de calidad que tiene esa función por los derechos que la ciudadanía tiene en un país como el nuestro".
Además, recuerdan que las tasas de los centros universitarios públicos y de los centros universitarios privados son diferentes. Las tasas públicas, "a pesar de ser elevadas, son las fijadas de forma administrativa", dicen.
Por lo que respecta a las tasas de los centros universitarios privados, "las fijan las propias empresas educativas que gestionan las titulaciones que ofrecen y pueden fijar el precio que quieran". y añaden que en todos los estados donde hay una red de universidades privadas, estos mismos centros ofrecen becas propias para su alumnado y estipulan las tasas que consideran con total libertad y regidos por la ley de mercado.
"Las universidades privadas son organizaciones empresariales, empresas educativas, con unos clientes, los alumnos. Y pueden fijar sus reglas empresariales como consideran. Unas empresas, que en el caso valenciano, han optado hasta ahora para doblar el precio de las tasas fijadas al servicio público universitario", argumentan.
Por último, resaltan que "la realidad del sistema universitario valenciano es la siguiente: el 84% del alumnado cursa sus estudios a las universidades públicas y en los últimos años unos 7.000 alumnos han tenido que abandonar sus estudios universitarios en los centros de servicio público por razones económicas. Además, se ha fomentado durante años la autoexclusión de una parte de la sociedad que ni ha optado a tener estudios universitarios por su precaria situación económica".
