EMF.- El arzobispo invita a los matrimonios a "pasar más tiempo" con los hijos y los abuelos para preparar el encuentro

Actualizado: jueves, 1 junio 2006 15:20

VALENCIA, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, invita en su carta de esta semana "a todos los matrimonios a fomentar el diálogo y la conversación entre los cónyuges, y a pasar más tiempo con sus hijos y con sus padres" para preparar el Encuentro Mundial de las Familias (EMF) convocado por el papa en Valencia el próximo mes de julio.

El prelado les expresa también su convicción de que "el diálogo y la oración familiar fortalecerán vuestras familias y os prepararán para acoger todas las gracias espirituales del EMF".

En su carta de esta semana, que titula 'El matrimonio, don de Dios para vivir el amor', el arzobispo de Valencia asegura que "en este mes de junio, en Valencia vamos a gozar de un tiempo de gracia: vamos a prepararnos para acoger al Santo Padre, junto a millares de familias venidas de todo el mundo". Por lo tanto, añade el prelado, "es tiempo de abrir nuestros corazones a nuestra familia".

Después de recordar que "todas las culturas tienen una noción de lo que significa el matrimonio", monseñor García-Gasco destaca su "papel esencial para la educación en el amor", algo que no sólo incumbe a los cónyuges, sino que "también interpela al conjunto de la sociedad y de la cultura para elevar el amor humano en un sentido verdaderamente digno y responsable".

En su carta, monseñor García-Gasco evoca también la reciente encíclica de Benedicto XVI 'Deus Cáritas est' y manifiesta que "comprender el matrimonio es imprescindible para madurar en el amor".

Del mismo modo, "conocer a Dios en la propia vida orienta el eros, la fecundidad y la vitalidad hacia la comunión interpersonal". Por el contrario, "desconocerlo, en la teoría o en la práctica, lleva a malgastar la propia vida en causas que rebajan la dignidad del ser humano".

Ante esta situación, recuerda que "la Iglesia proclama que el matrimonio vivido desde la verdad del amor es fuente de felicidad personal y garantiza el futuro de la humanidad". De hecho, "al ser humano no le llenan de verdad las cosas materiales, sino el encuentro y la donación a los demás", apostilla el arzobispo de Valencia en su carta.