Un hombre admite que mató a puñaladas a su exmujer cuando ella acudió a casa a recoger ropa y libros

El Procesado Durante El Juicio Ante Un Jurado
EUROPA PRESS
Europa Press C. Valenciana
Actualizado: lunes, 7 mayo 2012 16:08

VALENCIA 7 May. (EUROPA PRESS) -

Un hombre ha admitido este lunes ante un jurado popular de la Audiencia de Valencia que mató a puñaladas a su exmujer cuando ella acudió a su vivienda a recoger unas cosas. La casa, ubicada en la localidad valenciana de Museros, era propiedad de la víctima, y la adquirió antes de casarse. Pese a ello, tras la separación, dejó vivir allí a su expareja sentimental, hasta que pudiera vendiera.

El hombre, de origen búlgaro y sin antecedentes penales, se enfrenta a una pena de 20 años de prisión --tal y como solicita el ministerio fiscal-- por un delito de amenazas y otro de asesinato, con la circunstancia agravante de parentesco. Por su parte, la acusación particular eleva esta pena hasta los 25 años y nueve meses de prisión; mientras que la defensa pide la absolución al estimar que los hechos que se le imputan a su cliente no constituyen delito alguno.

El procesado, que ha comenzado su declaración entre lágrimas, ha explicado que se casó con la víctima el 1 de agosto de 1997, y ambos se fueron a vivir a la casa que ella había comprado unos años antes sita en Museros. El hombre ha explicado que pese a que en la escritura figuraba ella como propietaria, ha dicho que "en verdad, la casa era de los dos, porque yo le di 500.000 pesetas para la entrada y no la pudimos poner también a mi nombre porque me estaban arreglando los papeles", ha comentado.

El hombre ha indicado que ambos eran "muy diferentes" y que llegó un momento en el que su entonces pareja iba de lunes a domingo a casa de sus padres a cuidarles, algo que les ocasionó diferentes problemas. Así, a finales de 2004, principios de 2005, la mujer le dijo que iba a irse a vivir con sus padres, porque su madre estaba muy enferma.

Este hecho hizo que finalizaran su relación. No obstante, pese a ya no estar juntos, la mujer le dejó vivir en la casa hasta que la vendiera. La puso en venta en el año 2009 y durante algún tiempo realizaba visitas al inmueble para comprobar su estado, llevar a futuros compradores o para encargarse, en ocasiones, de las labores de limpieza.

Esta circunstancia le molestaba al procesado --quien ya estaba saliendo con otra mujer-- con lo que se produjeron más peleas entre ambos. Una de ellas tuvo lugar el 6 de marzo de 2010, cuando la exmujer se presentó en el domicilio y le comunicó al procesado que quería llevarse electrodomésticos, muebles y enseres de su propiedad. Entonces empezaron a discutir y el hombre --según mantiene la fiscal-- le insultó y le dijo: 'Te voy a matar. No vas a entrar más a tu casa. No vas a ver tus libros'.

"JAMÁS LE DIJE QUE LE IBA A MATAR"

No obstante, el hombre, ante el relato de estos hechos, ha negado que insultara o que amenazara a su expareja: "Jamás en mi vida la he insultado. Si que discutíamos, pero jamás le dije que le iba a matar. Lo juro por mi hija", ha dicho.

Seguidamente, el 29 de abril del mismo año, la mujer regresó a la vivienda para recoger parte de su ropa y algunos libros. Pese a llamar repetidamente al timbre, el hombre inicialmente no le abrió y le tiró una maleta vacía por el balcón. La víctima insistió en querer entrar en la casa, con lo que se inició otra discusión.

A continuación, el procesado abrió la puerta y cogió de la camiseta a la mujer --según ha declarado hoy, le cogió solo de la mano--, y le llevó hasta la cocina. Una vez allí, tal y como ha relatado ante el jurado, él le comentó a su exmujer: "¿qué quieres, que acabemos mal?". En ese momento, cogió un cuchillo y la mujer le respondió: "No tienes cojones a hacerme nada".

Tras pronunciar estas palabras, el hombre ha admitido que le atacó con el cuchillo "seis veces", mientras él --según ha dicho-- no llegó a correr peligro "en ningún momento". Ha reconocido que una de las veces se le rompió el cuchillo y se quedó la hoja dentro, con lo que cogió otro cuchillo un poco más grande y le dio una última puñalada. Seguidamente, salió de la casa y pidió a una vecina que llamara a la policía porque había matado a su exmujer. En este punto, la fiscal mantiene que el hombre le asestó hasta 22 puñaladas, y no seis como alega.

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