CASTELLÓN, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a 16 años y 9 meses de prisión a un hombre, A.L.G., por asesinar al novio de su ex compañera sentimental en el Hospital de La Plana de Vila-real el 24 de julio de 2007, así como por un delito de tenencia ilícita de armas y el quebrantamiento de una orden de alejamiento que tenía sobre su ex novia. Además, el procesado deberá a indemnizar a cada uno de los padres de la víctima con 100.000 euros.
La sentencia también condena a la ex compañera sentimental del acusado, L.F.J., a dos años de prisión por un delito de encubrimiento, aunque la absuelve del delito de tenencia ilícita de armas del que la acusó el fiscal. También se condena al hermano de ésta, R.F.J., y a su esposa, N.M.P., a siete meses de prisión por cada uno de los delitos de tenencia ilícita de armas en concurso ideal con un encubrimiento de los que se les considera culpables.
Según los hechos probados, el procesado, sobra las 17.30 horas del 24 de julio de 2007 se presentó en el Hospital La Plana de Vila-real tras saber que allí se encontraba su ex compañera sentimental y madre de su hija y su entonces novio. A.L.G. tenía en vigor una orden de alejamiento de su ex pareja, a pesar de lo cual se dirigió hacia ésta y su actual novio, a los que comenzó a insultar.
El novio de la mujer agarró al procesado por detrás, que sacó una pistola de su riñonera con la que realizó tres disparos que alcanzaron al otro hombre, quien salió huyendo, aunque lo remató con otros cuatro tiros en zonas vitales, lo que le provocó la muerte. A.L.G. carecía de permiso de armas y de licencia de la pistola utilizada, que había adquirido meses antes por 400 euros.
El procesado, que consiguió huir, en la madrugada del 24 al 25 de julio efectuó una llamada solicitando ayuda de su ex novia, que, conocedora de la muerte de su novio, se desplazó hasta un huerto y llevó a A.L.G. comida, ropa y agua y permaneció con él varias horas. Ese mismo día volvió a visitar al procesado para ayudarle a evitar la acción de la Justicia.
El procesado también se puso en contacto con su ex cuñado, R.F.J., y le pidió ayuda. Éste, siguiendo sus instrucciones, recogió la pistola con la que se produjo el asesinato y la ocultó en su domicilio para evitar ser localizada por la Policía, con pleno conocimiento y consentimiento de su esposa, N.M.P., quien posteriormente, llevó el arma al domicilio de sus padres, donde la escondió en un armario.
Respecto de la atenuante por drogadicción que demandaba el abogado del procesado, el Tribunal considera que A.L.G. había consumido cocaína el día de los hechos, "extremo que, por sí solo, no es suficiente para la aplicación de la atenuante, pues no cabe apreciar relación alguna entre el consumo y los hechos, ni consta probado que a consecuencia del consumo tuviera sus facultados cognoscitivas y volitivas afectadas".
