VALENCIA 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, visitará hoy, martes, las obras de la nueva parroquia de San Maximiliano María Kolbe en la actualidad en construcción en la calle Doctor Vicente Zaragozá, 91, del barrio de Benimaclet en Valencia, según informaron hoy fuentes del Arzobispado a trvés de Avan.
La iglesia sustituirá a la actual parroquia, erigida provisionalmente en 1976 en un bajo de la calle Músico Hipólito Martínez, en el mismo barrio.
El párroco, José Cerverón, explicó que en la actualidad "está a punto de rematarse el artesonado, ya se ha colocado el techo, y prosiguen los trabajos de edificación de un centro parroquial de cuatro alturas, las dos últimas destinadas a viviendas, colindante a la parroquia".
El templo tendrá capacidad para más de 600 personas distribuidas entre la planta inferior y la tribuna también destinada al coro parroquial. Además, en el altar mayor se colocará un retablo de más de cinco metros de altura realizado con más de 15 lienzos que representarán a San Maximiliano María Kolbe, y santos valencianos, entre ellos, San Juan de Ribera, así como a la beata Josefa Naval, y para "recordar a los fieles que todos estamos llamados a la santidad", según el párroco.
La parroquia dispondrá también de más de 12 ventanas con vidrieras "por lo que el interior del templo quedará completamente iluminado".
El franciscano conventual polaco San Maximiliano María Kolbe, al que estará dedicado el templo, nació en 1894 en la ciudad de Zdunska Wola. A los 13 años ingresó en el Seminario de los franciscanos conventuales en la ciudad polaca de Lvov y fue ordenado sacerdote en Roma en 1918.
Fue hecho prisionero en febrero de 1941 por la Gestapo nazi y enviado al campo de concentración de Auschwitz. La noche del 3 de agosto de 1941, un prisionero de la misma sección a la que estaba asignado escapó. En represalia, el comandante del campo ordenó escoger a 10 prisioneros al azar para ser ejecutados, entre ellos, el sargento polaco Franciszek Gajowniczek, casado y con hijos.
San Maximiliano, que no se encontraba dentro de los 10 prisioneros escogidos, se ofreció a morir en su lugar. El comandante del campo aceptó el cambio, y San Maximiliano fue condenado a morir de hambre junto con los otros nueve prisioneros. Juan Pablo II lo canonizó en 1982 como "Mártir de la Caridad".