Las unidades de desintoxicación hospitalarias atienden a un total de 880 personas en el último año

Actualizado: sábado, 1 julio 2006 20:06

VALENCIA, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las Unidades de Desintoxicación Hospitalarias en la Comunitat Valenciana atendieron a un total de 880 personas en el último año, según informaron hoy fuentes de la Generalitat. De esta forma, la cifra de personas atendidas se ha mantenido estable, ya que se sitúa entre los 700 y los 800 anuales, cifra que se ha superado ligeramente en el último año.

Así, del total de pacientes atendidos en 2005, un 45 por ciento precisó tratamiento de desintoxicación en estas unidades por su dependencia al alcohol, y el resto se desintoxicaron por su dependencia a otras sustancias como la cocaína --23 por ciento-- y opiáceos --19,7 por ciento--.

Las unidades de desintoxicación hospitalaria realizan tratamientos de desintoxicación en régimen de internamiento dentro de un centro hospitalario, cuando las características biopsicosociales y familiares del paciente lo requieren.

El conseller de Sanidad, Rafael Blasco, aseguró, en este sentido, que uno de los objetivos del Plan Estratégico sobre Drogodependencias y otros trastornos adictivos de la Comunitat Valenciana en el área asistencial es "mejorar la accesibilidad y la atención integral de los pacientes".

Con todo, destacó que "se crearán más camas hospitalarias y más recursos para la desintoxicación y la deshabituación, entre ellos, una nueva Unidad de Deshabituación Residencial, con 25 camas en Alicante, y 20 camas más para la nueva Unidad de Desintoxicación y Recuperación para personas con comorbilidad psiquiátrica".

Según fuentes del Consell, en la red pública existen cinco unidades de desintoxicación hospitalaria en el Hospital Provincial de Castellón, el Hospital Clínico y el Hospital General de Valencia, el Hospital Psiquiátrico Padre Jofré, de Bétera, y el Hospital San Juan, de Alicante.

En la actualidad, el número total de camas de desintoxicación existentes en estos centros se eleva a 38, y hasta seis de ellas pueden dedicarse exclusivamente a desintoxicaciones cortas.

Además de este recurso asistencial, existen otros centros y servicios complementarios en el tratamiento de las drogodependencias, como son las unidades de deshabituación residencial, los centros de día y las viviendas tuteladas, dedicadas a la integración social de los pacientes.

Según las mismas fuentes, las Unidades de Deshabituación Residencial (UDR) son aquellos centros que, en régimen de internamiento, realizan tratamientos de deshabituación, rehabilitación y reinserción, mediante terapia farmacológica, psicológica y ocupacional, y promueven la participación activa de los pacientes, con objeto de facilitar su incorporación social.

En la Comunitat existen un total de 115 plazas en siete UDR acreditadas integradas en la red pública, de tal forma que Durante el año 2005 estas unidades tuvieron a un total de 506 pacientes.

Además, en el análisis por sustancias, la cocaína, la heroína y el alcohol son las responsables de la realización del tratamiento en casi el 96 por ciento de los pacientes ingresados, de los cuales el 57 por ciento son cocainómanos, en un porcentaje hasta tres veces superior al correspondiente a los heroinómanos y alcohólicos, que suponen un 19,40 por ciento y 19,20 por ciento del total de pacientes atendidos, respectivamente.

PROCESO DE REHABILITACIÓN

Por otra parte, fuentes de la Generalitat señalaron que otro de los objetivos consiste en favorecer el proceso de rehabilitación y reinserción social de las personas con drogodependencias u otros trastornos adictivos en el medio social y familiar, al que se dedican recursos como los centros de día y las viviendas tuteladas.

Así, durante el último año se ingresaron un total de 2.209 pacientes en los distintos centros de día, de los que, en la mitad de los casos, la sustancia que motivó el ingreso para el tratamiento en estos centros fue la cocaína --51,1 por ciento--, seguida de los casos de dependencia al alcohol --20,6 por ciento-- y a la heroína --19,3 por ciento.

Este tipo de centros son aquellos que, en régimen de estancia de día, realizan tratamientos de deshabituación, rehabilitación y reinserción, mediante terapia psicológica, formativa y ocupacional, y promueven la participación activa de los pacientes con objeto de facilitar su incorporación social y que en n la Comunitat Valenciana se encuentran en la actualidad un total de 1.120 plazas en 22 centros de día.

Asimismo, El Plan de Drogodependencias prevé, entre otras actuaciones, la creación de Centros de Día en los departamentos de salud con mayor demanda asistencial, adecuar los programas terapéuticos a la nueva demanda de atención y optimizar la derivación de los pacientes, diseñando cauces de información interactiva entre los centros.

En el caso de las viviendas tuteladas, el perfil de los pacientes ingresados durante 2005, un total de 168, no difiere del que se vio en los centros de día.

De esta forma, según las mismas fuentes, los dependientes a la cocaína son los pacientes que en mayor medida hacen uso de este tipo de recurso durante su tratamiento, que supone el 43,45 por ciento de las demandas, mientras que le siguen los pacientes con dependencia de la heroína, con el 30,35 por ciento de las demandas y los alcohólicos, que suponen el 21,40 por ciento del total de pacientes derivados a estas viviendas tuteladas el pasado año.

Las viviendas tuteladas, situadas preferentemente en núcleos urbanos y que suponen un total de 18 viviendas tuteladas integradas en la red publica de la Comunitat, con un total de 90 plazas, son centros residenciales sin funciones asistenciales en los que se convive de forma autosuficiente y donde los internos asumen funciones propias de mantenimiento del centro, con objeto de alcanzar un mayor grado de autonomía personal y de convivencia dentro de un ambiente "normalizado".

Respecto a este tipo de recursos, el Plan Estratégico sobre Drogodependencias y otros trastornos adictivos contempla, entre otras actuaciones, articular medidas para el acceso de aquellos colectivos vulnerables y en situación de exclusión; redefinir los recursos según las necesidades de usuarios y profesionales; adaptar las cualificaciones profesionales a las necesidades de los usuarios de las viviendas tuteladas; y crear itinerarios laborales o mercados de trabajo tutelados, coordinados con otras administraciones, concluyeron las citadas fuentes.